𝖥𝗅𝖾𝗎𝗋 | Haikyuu!!

capítulo ocho.

Coloco mis manos sobre mis mejillas recargandome en ellas, observó al rematador con atención, recordando de donde lo conocía. Era uno de esos chicos que encontré cuando iba a buscar la maquina expendedora

Para llegar a las finales, su equipo debía ser muy bueno

Pero aún así...

¡¿Era necesario que su equipo de animadores tuviese incluso unos chicos con tambores?!

Las ganas de traer a unos mariachis para que rivalizen a los animadores del equipo se instalaron en mí cabeza

— Ni lo pienses, además, no hay mariachis cerca —Escuchó como me reprime a lo que yo me quedo indignada.

— ¿Qué no? ¿me estas retando? ahora mismo salgo y en veinte segundos te consigo hasta a Luis Miguel

— Eh... no gracias —Sonríe nervioso, infló los mofletes.

— Ya basta Kousuke–San, deja de hablar, no me dejas ver el partido

— ¡Pero sí están calentando!

— Exacto.

Él se queda con ojos de búho súper confundido. Bueno, al menos comenzara a pesar en eso y me dejara tranquila.
Sigo observando el partido de Aoba Josai contra Shiratorizawa, bueno aún no empezaba, pero faltaba poco, mire al equipo de Aoba Josai pero no podía concentrarme porqué Kousuke-San no paraba de hablar. Me estaba matando, era mí tutor pero en verdad, como hablaba.

— ¡Kousuke–San! recuerdame ¿por qué éstas aquí conmigo?

— Porqué Hanako–Chan, si no fuese por mí, no hubieses podido faltar a clases —Hace una seña de paz, ah sí, ahora recuerdo.

— ¿Uh? ¿Hanako-Chan?

¿Este tiene un radar de Hanako's o qué? Giro para verlo observándome junto con su equipo, me quedo mirandolo unos segundos antes de tomar la gorra que tenía Kousuke-San y me la pongo.

— No, no yo me llamo Carlos Santana.

Veo que una gotita baja por la cabeza de todos, ¿qué? ¿no coló?

— En primera, ya te vimos y en segunda, eres mujer —Me dice Kindaichi a lo que yo me cruzo de brazos.

— Eso no se significa nada. Si me llamara Maria José ¿qué crees que sería, hombre o mujer? —Él se queda confundido mirando a sus senpai y compañeros— ¡ah verdad! ¡te deje sin habla! —Comienzo a reír como maniática.

— Hanako-Chan, voy a terminar llevándote al psiquiatra —Susurrá Kousuke–San quitándome la gorra y retirando los cabellos de mí cara que estorbaban.

Infló los mofletes— Y ni creas que vine a apoyarte a ti. Iwaizumi–San —Saludo agitando los dedos de la mano, le escucho atragantarse con el agua que tomaba— ¡ay no, mate a la estrella y amor de mí vida! ¡¿por qué siempre termino matando a todos?!

— ¡Estoy bien, no estoy muerto! —Me grita sonrojado, escuchó risas de Oikawa–San y otros dos chicos.

Miro a Oikawa–San que me devuelve la mirada.— Gracias Hanako–Chan —Me agradece antes de dirigirse a sus compañeros de equipos.