𝖥𝗅𝖾𝗎𝗋 | Haikyuu!!

capítulo dieciocho.

— Woah —Susurró en cuanto veo a Terushima marcar el primer punto de esa manera tan... peculiar.

Los chicos de Johzenji eran muy peculiares, su forma de dominar el balón y su cuerpo les hacia impredecibles.

— Son buenos —Alagó sonriendo, aunque nosotros... también teníamos a peculiares en nuestro equipo.

Aplaudo sonriente al ver a Hinata, Tanaka y Nishinoya festejar ante la salvada del balón que hicieron juntos.
Después de eso, el partido prosiguió entre ambos equipos, podía ver la confusión por unos segundos en el rostro de los chicos pero después se iba tan rápido como llegaba, y los entendía, había vivido desde mis siete años con un hombre que simplemente no podía ser descifrado.

— Kageyama–kun, buen bloqueo —Felicita Hitoka–chan mientras yo suelto una pequeña risa al ver a Kageyama detener la finta de Johzenji con el rostro.

— No, no fue un bloqueo...

— Fue su cara —Completo— iré a ver como se encuentra, ya vuelvo~

— Con cuidado —Dicen ambos a lo que yo asiento.

Me voy bajando las escaleras y buscando la enfermaría, cuando la encuentro puedo ver a Kageyama siendo revisado por el médico.

— ¿Hanako–Senpai? —Murmura cuando el enfermero se aleja un segundo.

— ¿Cómo te sientes?

— ¡Estoy bien! —Gritá y en eso una hilera de sangre baja por su nariz, rió.

— Deja que acaben de revisarte Kageyama, confía en tú equipo, ellos pueden.

— ¡Sí, Hanako–Senpai! —Gritá nuevamente haciéndome sonreír un poco avergonzada, no necesitaba gritar cada dos por tres.

Después de unos segundos finalmente el enfermero confirmó que Kageyama se encontraba mejor después de que la hemorragia nasal cesó. Ambos salimos de allí tras agradecerle su ayuda.

— Cuida tú rostro, no dejes que vuelvan a pegarte y al menor indicio de sangre, quiero que digas algo ¿está bien? —Le miro cruzada de brazos, él asiente firme.

— Sí senpai, gracias.

— Vuelve ahora, anda.—Palmeo su cabecita y en su rostro aparece un sonrojo, gustoso de la muestra de afecto— Él está bien, fue algo pequeño —Aviso al llegar arriba.

— Muy bien, buen trabajo —Sonrió volviendo la mirada al frente.— aunque parece que aún no entrara.

Asiento observando el ataque sincronizado de los chicos con Sugawara anotando un punto y quedando en match point.
Los chicos de Johzenji intentan lo mismo pero definitivamente no parece salirles igual, sus rostros al fallar me hacen sonreír con diversión para después negar

Ante la falla, terminamos ganando el primer set, las porras del otro equipo me estaban agobiando, pero en algún momento ya verán, nuestras porras les van a opacar

— H-Hanako–San, s-su rostro da miedo. —Me dice Hitoka–Chan temblando.

— ¡Yujú, Hanako! —Bajo la mirada hasta el capitán de Johzenji quién me hablaba— ¡ganare y te dedicaré la victoria! ¡apoya a tú futuro novio! —Mí rostro estaba tan o quizás más rojo que una fresa, y sobretodo cuando no había sido NADA discreto en decir aquello y lo gritó a los cuatro vientos siendo escuchado por todos.

Tapó mí rostro avergonzada y evitó las miradas sobre mí ¿por qué tengo que pasar por esto yo?

Tras unos minutos en donde Hitoka–Chan trataba de hacerme sentir mejor echandome aire, finalmente el segundo tiempo comenzó. Mí corazón estaba más calmado pero aún podía sentir mis mejillas ardiendo fuertemente.