capítulo treinta y seis.

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Jadeando cansada, colocó mis manos sobre mis rodillas al momento de inclinarme para poder tomar bocadas de aire y respirar bien.

Hijo de su chingada madre, se me fueron diez años con esa corrida... Tal vez debería unirme a los ejercicios con el equipo... o tal vez no...

Niego retirando los incoherentes pensamientos de mi cabeza y finalmente levanto la mirada. Las luces del estadio me cegan un poco pero tan pronto doy algunos parpadeos, finalmente logro acostumbrarme.
Con el aliento ya recuperado, me reincorporó nuevamente para poder mirar a la cancha

Tras reposar al menos un día y medio finalmente pude alcanzarlos, y justo como prometieron, ellos ganaron el primer partido. Ahora iban contra Inarizaki, la favorita a ganar el torneo y con razón, todos eran buenisimos jugadores.

— ¿Hanako–San? —Al mirar a mí lado me encuentro con... Ah kabron, yo los conozco

— ¡Hola! —Saludó— ¡cuanto tiempo sin vernos! —Sonrió emocionada

— ¿Quieres acompañarnos? —Asientó entusiasmada ante la pregunta de Hiroo–San, me siento entre Kaguri que me sonríe tímidamente y entre Kazuma–San que se mantiene con los brazos cruzados pretendiendo ser serio

— ¿Y Daishou–San? —Preguntó al no verlo junto a ellos.

— Está sentado a unos asientos más para allá junto a su ex novia.

— ¿Cón la que lo corto?

Kazuma–San suelta una carcajada — ¡Sí! —Arqueó una ceja mirándolo— digo, no me hables mocosa.

Soltando una risilla, empujó su hombro con el mío de forma amistosa.

— No seas tan enojon —No sé porqué se encuentra enojado pero probablemente tiene razón

Volviendo la mirada al frente, miro hacia las gradas de enfrente dónde me encuentro a Saeko–San tocando su Wadaiko, sonrió alegre sobretodo a ver a Hinata y Nishinoya súper contentos mirándola.
Hinata saca y pasa al otro lado de la red, Inarizaki la recibe bien levantándola yendo directo a las manos del armador que hace una colocación, fijo mí mirada en el balón que se acerca al lado de Karasuno con rapidez y gimo sorprendida.

A pesar de que Hinata cierra los brazos después de que el balón pasara, golpea con su pie y se eleva. Sonrió porque caray, solamente eso podía pasarle a Hinata, dejando eso de lado... lucía como si él supiese que el halón caería en esa dirección.

El balón logra caer en las manos de Kageyama que la levanta y aunque hasta yo creó que era para Hinata, va a Daichi–San quién la remata.

— Ohh, muy buena capitán —Alago dando aplausos pequeños y emocionados

— ¿Conoces al Karasuno? —Cuestiona Akama mirándome y luego volviendo la mirada al frente.

— ¡Sí claro, son mí equipo! —Afirmó con todo el orgullo que me dan ser parte del Karasuno.

— ¡¿De verdad?! ¡pensé que sólo te gustaba el voleibol! —Kazuma–San me mira sorprendido a lo que niego.

— No no... O sea sí me gusta, pero estoy aquí por ellos —Sonrió mirándolos seguir peleando sin retroceder ante el poder de Inarizaki.

— No te vimos ayer —Susurra Hiroo–San sin despegar mirada del partido

— Sí, llegue apenas hoy, estuve enferma ayer —Rasco mí nuca

— ¿Cómo estas ahora? —Kaguri de inmediato gira a mirarme, sonrió con dulzura.

— Mucho mejor, gracias Kaguri–Kun.

𝖥𝗅𝖾𝗎𝗋 | Haikyuu!!Where stories live. Discover now