Fate: OSG

Capítulo 3

... Ahora, sucedió algo entre mi olvido y mi encuentro con Zeltrech, pero dejémoslo así: tuve la oportunidad de traer a mi esposa de regreso, y tendría que luchar y matar a otros seis héroes antiguos para poder Haz que suceda.

Ahora, sé que le prometí a mi esposa que seguiría adelante, pero simplemente no pude hacerlo. Mi corazón se sentía como si lo hubiera partido en dos por lo que había sucedido, y todo parecía haber perdido algo de su color sin ella. No voy a negar que aproveché la oportunidad para traerla de regreso; Estaba desesperado. Incluso si eso significaba matar a otras seis personas inocentes, pero bueno, ellos también estaban luchando por ese milagro y estaban tan dispuestos a matar como yo, así que lo consideré un juego limpio.

En pocas palabras, ninguno de nosotros lo entendió. El milagro fue destruido y yo fui el único superviviente. En ese momento, cubierto por los restos del milagro, estaba consumido por la desesperación y con mucho gusto me habría quitado la vida. De hecho, tenía mi espada lista para atravesarme el estómago, y solo la última petición de mi esposa me detuvo.

Me interrumpió lo que se convertiría en una cara familiar.

"Bueno, esta es una vista peculiar."

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Sede de OSG (campo de entrenamiento externo)

Realmente fue un hermoso día en Alabama. Apenas había una nube en el cielo; Todo era solo un gran mar de color azul cielo, solo roto por el disco brillante llamado sol. Una ligera brisa fluyó a través del campamento, agregando una sensación de calma al lugar y al mismo tiempo brindando alivio a cualquier sufrimiento bajo el calor del sol. Básicamente, era el día de verano perfecto para los libros de texto.

Desafortunadamente, esta belleza se perdió en Shirou Emiya, quien actualmente estaba en el proceso de levantarse del suelo después de una sesión de práctica / prueba particularmente dolorosa.

"¡Oh! Uh ... perdón por eso", dijo su verdugo / verificador con no poca compasión mientras se inclinaba hacia abajo con la mano, "podría haberme excedido un poco con esa última parte".

Shirou miró hacia arriba, agarró la mano que le ofrecía y se puso de pie, tambaleándose ligeramente. "No ... hay problema, Sr. Giro," jadeó. "Está bien..."

Con un movimiento a la velocidad de un rayo, levantó la espada de práctica de madera en su mano derecha y golpeó a su oponente con ambas manos, quien apenas la atrapó con su propia arma. El rostro de Giro se abrió en una sonrisa.

"Buenos reflejos, especialmente para alguien tan joven", admitió, "si no estuviera acostumbrado a que cualquier otro recluta me hiciera eso, definitivamente me habría atrapado".

Shirou no dijo nada por un momento, habiendo puesto toda su energía restante en ese último golpe y ahora estaba apoyado en su espada. "¿Por qué ... estoy haciendo esto ... de nuevo?" jadeó cansado.

"Parte de tu iniciación, ¿recuerdas?" Giro le recordó. "Edgar quería ver qué podía hacer antes de hablar con usted en persona".

"Maka ... nunca dijo nada ... sobre eso", respondió.

Giro se encogió de hombros, recordando la frenética llamada telefónica de Edgar de simplemente "¡Detén al pequeño cabrón!" "Eh, es algo reciente".