| ADVERTENCIA: smut |
Después de lo ocurrido en Endgame, nadie es igual, especialmente Heather Potts, cuya vida dará un giro completo al regresar del Chasquido y darse cuenta que sus padres han muerto.
Asistir a una secundaria llena de idiotas y...
Peter se le quedó viendo por varios segundos. Beck era muy parecido a Tony. Su mente repitió la nota que venía en el estuche de los lentes.
—"Para el próximo Tony Stark. Confío en ti".—susurró pensativo.
—¿Qué?
—El señor Stark dejó ese mensaje en el estuche de E.D.I.T.H.
Quentin frunció el ceño.—No entiendo. ¿Cuántas limonadas te tomaste?
—Él conoce todos mis errores y debió saber que no estoy listo para esto.
—¿Y por qué te los dio?
—Porque no confía en que yo los tuviera, sino en escoger al apto.—razonó Peter.—Sabe que haré lo correcto y no se los daré a Fury.
—Quizás tengas razón.
Peter asintió.—El mundo necesita al próximo Iron Man y no voy a ser yo. Tengo diecisiete años. Debe ser alguien como tú.
—No, no.—Quentin se quitó los lentes.
Peter los agarró y se los puso.—Edith...
—Hola, Peter.
—Hola. Quiero transferir tu control a Quentin Beck.
—¿Qué haces?—exclamó sorprendido.
—Lo correcto.—se los quitó y los entregó.—Bienvenido a los Vengadores o como sea el nuevo nombre.
Quentin se los puso y le estrechó la mano.—Gracias. Es un honor.
—Al señor Stark le caerás bien.—opinó Peter mientras recogía su mochila.
—¿A dónde vas?
—A buscar a Heather.
Quentin frunció un poco el ceño y sonrió.—Suerte, chico. Te doy una probabilidad del 50%, eres muy torpe.
—Sí.—rió Peter y se fue del bar.
Cuando estuvo lo suficientemente lejos, algunas cosas del bar empezaron a desaparecer. La mayoria de personas y objetos resultaron ser hologramas. El bar pasó a ser vacío y destruido.
Quentin sonrió.—¿Ven? No fue tan difícil.
La gente que quedaba empezó a exclamar emocionados y abrazarse entre ellos.
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—¡Que alguien me quite este estúpido traje!—pidió.—Tenemos a E.D.I.T.H. Conéctenla a nuestro sistema.
—¡Brindis, brindis!
Quentin, ya sin traje, se subió a una mesa.—¡Ok, un brindis! Por el hombre que nos unió, nuestro ex jefe, Tony Stark, quien agarró mi creación tecnológica, volviéndola en algo terapéutico, y luego me despidió. ¡Por Tony!
