| Capitulo 27 |

1.4K 104 64
                                    

Adele;

Lo último que recuerdo fue dirigirme al primer lugar que tuve en mente y deseosa de excursionar y porqué no hacerlo en un bar nocturno de moda, no era de extrañar que al entrar en el, las miradas comenzarán a rebozar me intensamente, lo cuál no me molestaba para nada, cómo figura mediática Francesa, ya estoy acostumbrada a esa atención y más las varoniles miradas lasciva me parecían tierno, luego recuerdo que el barman me ofreció una de sus bebidas sin que yo se lo ordenará, sinó que fue por mandato de un vigorizante y buenmozo pelinegro que al verlo no dude en regalarle una sonrisa coqueta para luego encaminarme hacia él.

—No acostumbro que los hombres me paguen bebidas y más sí suelen ser guapos. —comenté, tomando asiento sin quitarle la mirada, para después beber de aquel manjar, escuchando de su parte una ronca y sexy risa burlona, está noche promete.

—Y yo no acostumbro a qué Diosas como tú me hagan cumplidos, siendo un tipo tan serio. —respondió galante algo me indicaba que era cierto
—Fascinante.

—Mmm. —dije saboreando en mí paladar el suave licor desplegando una sonrisa—Adelaide, un placer conocerte, Cariño.

Él me tomó de la mano, lo observé atenta su accionar en cómo en mí torso depositaba un beso sientiendo una corriente eléctrica descenderme en todo el cuerpo y con ese simple gesto dio inicio a una nueva aventura, y lo más divertido es que no tengo que rendirle cuentas a nadie.

Hablamos de casi todo, y una cosa llevo a la otra y acabamos encadenados en el fuego de la pasión, mis radares de semental nunca se equivoca pero con él me saque la lote, que entre él y yo éramos perfectos juntos esa noche.

—Adele.  —lo escuché llamándome jadeante sintiendo su cálido aliento en mí cuello, sus grandes manos apoderarse de mí espalda, yo miré esos imponentes ojos negros—Por favor, no me malinterpretes, te quieres quedar está noche, no me molestaría.

Para nada malinterpretar esa propuesta tan tentadora.

Sonreí lasciva rozando mis labios con los suyos mordiéndole el labial inferior con lentitud y sensualidad para después separándome un poco, negando sonriente.

—Cariño me encantaría, pero no soy de esas gatas de las que acostumbras. Yo soy una Leona.  —volviéndolo a besarlo sagaz, él no puso ninguna resistencia alguna—Así qué, adieu.

—Espera. —escuché decir, para después verlo sacar de su bolsillo del pantalón una pequeña tarjeta y dármela, pude notar el tatuaje de serpiente recorrer su mano—Trabajo para una firma de abogados, si sé te presenta algún problema jurídico puedes llamarme, siempre estoy disponible, yo gustoso de atenderte.

Sonreí maliciosa, dispuesta a leer la tan elegante tarjeta de presentación con el nombre del bufete y su nombre en letras mayúsculas doradas, que al margen habían unas pequeñas abreviaciones, yo volví la vista al pelinegro.

—Mujer prevenida vale por dos. Hasta luego... Hirahara Tajima.—hable colocándome mis prendas y arreglarme en tiempo récord, siempre fui tan práctica en ese aspecto, el aroma de ambos se podía sentir en la habitación—Tal vez necesité asesoramiento legal.

Anunciando un posible encuentro, para después besarle la mejilla dejándole mí lápiz labial rojo- vino marcado. Prosiguiendo a modelar directo a la salida de aquella habitación podía sentir miradas furtivas en mí trasero. El sexo matutino siempre me revitaliza, pero pocos me dejan satisfecha y de buen humor, lástima que no pueda decir lo mismo por Mebu, si ella estuviera con Antoine sería más dichosa.

El amor puede ser tan cruel e injusto.

El amor puede ser tan cruel e injusto

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
𝑴𝒓. 𝑫𝒆𝒍𝒊𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒆 | 𝑺𝒂𝒔𝒖𝑺𝒂𝒌𝒖 𓇢𓆸Where stories live. Discover now