| Capítulo 25 |

1.3K 100 42
                                    

—Esa decisión te lo dejo en tus manos, hermanita. —recalcó Adele en una postura como sí estuviera posando para una de esas revistas Paresinas que acostumbraba, con su mano posicionado en su pequeña cintura y una expresión retadora enmarcada en el rostro —Solo recuerda, qué no puedes simplemente tapar con un solo dedo el sol, tarde o temprano se sabrá todo y no lo podrás evitar.

Ahora la esbelta y refinada rubia, estaba de pie, sus brazos estaban posicionados a los costados transmitiendo con aquella mirada miel reconfort después de haberle regañado, más meneó la cabeza en forma de negación para avanzar hacía ella y tomarla de los hombros y abrupta la abrazo, Mebuki correspondió, mientras, cerraba sus  ojos dejándose llevar por aquel reconfortante abrazo y dejar salir un sollozo amortiguado por el cuerpo de Adele.

—Gracias Adele, eres un ángel, siempre estás ahí apesar de todo...— expresó la mujer aún con los ojos cerrados y apesar de no hablar tanto francés como ella, su asentó era impalpable —Eres grandiosa.

Adele abruptamente se separó de ella, sorprendiendo a su hermana y qué la susodicha la estuviera viendo coqueta, los ojos de aquella mujer eran destellantes y con sonrisa curvada.

—Y, eso qué no escuchaste la opinión de mis novios después de una sesión de pasión, cito soy maravillosa. —dijo Adele admirando su manicure aquamarine, Mebuki conocía muy bien a su hermana, así que no prefirió agregar nada, sería inútil.

—Oye Mebuki, solo bromeaba... —se puso pensativa—Solo quedan rendidos después de... —Mebuki la fulminó con la mirada—nada.

—¡Santo Dios! —solto la susodicha, mientras se retiraban del salón, Adele nada más reía por aquel comentarios, mientras la seguía.

Mientras tanto, en otro lugar, Sasuke era acompañado por Saku quienes ahora se encontraban en el parque a la espera de Hozuki, qué horas antes había citado al azabache para mostrarle su nuevo transporte, pero no desperdiciaron el tiempo para devorarse a besos los dos; ella sentada en el regazo del Uchiha mientras él la abrazaba de la cintura y con su otra mano de la nuca de aquella joven. Pronto los besos iban subiendo cada vez más de tono, ambos se necesitaban, pero desgraciadamente, su respiración pedía cordura y parar.

—Ah...— se quejó la pelirrosa, para luego sonreír coqueta—Al parecer no tuviste suficiente anoche, Cariño.

El susodicho, sonrojado, desvío la mirada para evitar que lo viera con su rostro ardiente, pero lo que no pudo tapar fue sus orejas que estaban igual, Sakura se enternecida lo miró dulcemente, él carraspeo un poco.

—Suigetsu que no llega, tú ya tendrías que estar en tus clases. —murmurro apenado —te estoy reteniendo aquí.

Sakura con sus manos hizo que la viera de frente, topandosé con aquellos ojos oscurecidos qué podrían ver a través de ella y que la joven con sólo verlos se mantenía en blanco..

—Mi amor, yo fui la que aceptó, el resto lo dejo a la suerte.  —comentó divertida juntando su nariz con la de él y concentrándose en sus labios—Y vaya qué la tengo. —sonrio.

Deslizó suavemente los labios del azabache contra los suyo, él sonrió ladino para después besarlos.

—Sabés, te confieso que estuve un poco nervioso cuando me dejaste con tu madre y tu tía en la entrada. —la pelirrosa lo miró incrédula —Si, mí amor, me dejaste torturando solito.

—Oh, perdón, es qué me estaba preparando y estaba buscando algo, pero no lo encontré.— dijo amena, para después sacarse los hombros.

—¿Y qué fue? —pregunto curioso, pero ella sonrió divertida—dime por favor—no obtuvo respuesta más opto por los besos como método.

𝑴𝒓. 𝑫𝒆𝒍𝒊𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒆 | 𝑺𝒂𝒔𝒖𝑺𝒂𝒌𝒖 𓇢𓆸Where stories live. Discover now