𝑴𝒓. 𝑫𝒆𝒍𝒊𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒆 | 𝑺𝒂𝒔𝒖𝑺𝒂𝒌𝒖 𓇢𓆸

| Capitulo 22 |

Sasuke agarró las prendas y las mantas que su madre le brindo para su novia, la cual supuestamente está dormida ante los ojos de Mikoto. Sin embargo la señora no se percató de nada, el azabache soltó una risa para regalar una miradita a la niña que dormía serenamente en su cama envuelta en sus sábanas, él volvió la mirada a su madre mientras se rascaba levemente la oreja mientras hacía gestos en el proceso. Ella seguía hablando proponiendo algunos de sus recomendaciones, pero Sasuke rogaba para que terminará y se fuera dormir al fin.

—Probrecita. Debe de estar exhausta por la larga tarde que tuvieron, y ya mañana tiene escuela. ¿Podrán llegar a tiempo?— pregunto Mikoto con deje de preocupes en sus palabras mientras la observaba, en eso Sasuke respondió lo siguiente celeridad: —Si. Eh... Sí, claro que llegaremos a la hora. —el hijo de la azabache recargo su mano en el marco de la puerta, susurrando —Mamacita compraré algo para el desayuno así que descansa tranquila.

Con esa sorpresa, era la estrategia perfecta para que la convenciera y le diera ventaja en no decir nada más, sin embargo bajo la mirada al notar que su hijo no traía remera y señaló sería preparando su interrogatorio, pero antes que comenzará Sasuke se justificó para no tener problema.

—Ah... Esto. Antes de qué te hagas ideas equivocadas. —Sasuke inhaló para seguir explicándole, ya qué ella se cruzó de brazos esperando tal respuesta—Iba a tomar una ducha cuando me dí cuenta Saku se quedó profundamente dormida...

Mikoto no convencida y con la ceja alzada, siguió examinando como una máquina anti- mentiras a su hijo menor, para luego ver la evidencia que era la chica dormida, antes de qué le dijera media palabra, Sasuke se precipitó con una pregunta...
—Umm no sabés si, Itachi está despierto... Hmm quisiera pedirle algo.—dijo en un tono rugoso, su madre lo miro desde lo alto, ya qué él se agachó para hablarle, ella negó con un gesto de confusión, pero sabía muy bien de qué se trataba, así que dió media vuelta para marcharse, sin embargo se detuvo en secó para decir: —No sé...Uchiha Sasuke parezco tonta, pero no soy tonta. Cuidado que ya no eres un niño.. —más que una advertencia, sonó como un consejo, pero con este tono severo, sabía que no bromeaba y sabía a lo qué se refería; Itachi y él conocían a su madre que a pesar de qué les daba libertad y espacio también le enseño a ser responsables.

—Qué descanses. —deseó Sasuke antes de entrar, no sin antes sonreír de lado. Iría a visitar a su hermano luego. Ya dentro de la habitación, cerrando la puerta tras de sí, para después apoyar su frente en ella pensando bien lo que iba hacer esta noche con su amor, exhaló profundo al recordar el consejo de su madre, sin embargo su novia se quedó dormida, sin más dejó sobre la cama la ropa y las mantas así proseguir agarrar su toalla para luego irse al baño a ducharse..

En unos segundos después del relajante baño, un Sasuke empapado regreso a su alcoba con nada más que su toalla alrededor de su cadera, pero al momento de abrir aquella puerta y luego cerrarla con seguro, no se percató que una pelirrosa se estaba desvistiendo, prácticamente luchando con las prendas, quedándose sólamente en ropa interior de delicados encajes, de pie frente a la pared. El azabache quedó inmóvil del asombro y en silencio aguardando en aquel portal, pero en el momento que Sakura llevo sus manos a los broches del brasier para deshacerse, sin embargo no lo pudo desabrochar provocándole un bufido de fastidio.

—Auch... No alcanzo, que ocurre..— susurró algo molesta, ya que nunca le había pasado antes. Sin darse cuenta Sasuke se le acerco a paso ligero, ni el estaba conciente de en qué momento estaría a una corta distancia de ella, ni ella sabía que él estaba tras suyo hasta que sintió el estirar de la tela en la parte del broche que se iban desuniendo —¿Qué? ¿Sasuke kun?

—Si.

Sonrojada atino a preguntar, mientras él seguía concentrado en el siguiente broche, la respiración de Sakura iban cambiandon a desniveles por el nerviosismo del momento, y que al llegar al tercer y último broche pensaba que se detendría y se iría... Pero ella no deseaba aquello, así que hallaría la manera en que permaneciera allí.