| Capitulo 24 |

1.5K 118 33
                                    

Tiempo Atrás..

En los recónditos rincones de Lyon en Francia, precisamente en una finca se encontraba una joven Mebuki peinándose y arreglándose para su encuentro romántico con su pareja Antoine La Fonteine uno de los trabajadores de su padre; ellos se enamoraron a primera vista cuando la rubia visitaba los animales en las caballerizas que estaban bajo el cargo del pelirrosa e infinidades de cosas; ellos ya se conocían desde pequeños pero siempre eran aislados por estrictas órdenes del dueño Couffaine que ya sospechaba de su relación.

Ahora con sólo dieciséis y él con diecinueve pudieron confesar su loco e inocente amor pero a espaldas del estricto viejo, nadie exceptuando su hermana Adele era testigo de aquella prohibida relación..

[—¿Ya estás lista Mon Cheríe? — Pregunto preocupada Adele entrando a la habitación de su hermana— Mebuki; estás segura que se lo dirás, si nuestro padre se entera...

—Adele; no pasará nada, Antoine tiene que saber de la noticia, pero sí me preocupa nuestro padre. —de algo tenía razón, su novio es su trabajador y con eso ganó la confianza del patrón—Ruega para que todo salga bien. ]

Pidió temerosa, recibiendo como respuesta un asentir de su hermana le dio el empuje y la seguridad que requería para ser valiente con lo que revelaría a su pareja. Las Couffaine pronto tenían que marcharse camufladas bajo tunicas y con ayuda del anochecer huyeron a Pont Notre- Dame sin que nadie las viera salir de aquella acaudalada finca.

Cuando escucharon el estruendoso portazo las dos se comenzaron a sobresaltar quedándose nuevamente inmóviles del susto, pronto escucharon pasos aproximarse hacía ellas; Era su esposo Kizashi que al ver a su cuñada Adele, su semblante cambio drásticamente a una de disgusto y que claramente se hizo notorio para ambas, sin embargo no molesto a la susodicha ya que ella también lo odiaba.

Eso no era para nada, un secreto a voces.

—Hola Cariño, mirá Adele..—comenzó a decir, pero se quedó a medías por una seña de silencio que él le hizo para después continuar con un interrogatorio.

—¿Qué hace tu hermana aquí, Mebuki? —pregunto altanero y con cierto fastidió de su parte.

Pero antes de qué Mebuki responda, Adele se le adelantó, ya qué no tenía la sutileza de preguntárselo directamente y tuvo el descaro de usar a su hermana de intermediaria.

—Vine a visitar a mí única hermana y a sobrina preferida a su propia casa. ¿Qué? ¿Hay algún impedimento Kizashi del qué no pueda?

La mujer respondió totalmente airosa y orgullosa de sus palabras con una postura retadora, sus manos a cada lado de las caderas mientras retaba con la mirada a su cuñado, el cuál le sostenía la misma mirada de odio.

—No.  —respondió a secas el pelirrosa qué sostenía una sonrisa falsa, llena de cosas que se le ocurría para decirle a la rubia y que las pensaba—Ninguno cuñada, bueno me iré al despacho, no quiero que nadie me moleste.

Advirtió recalcando la última petición refiriéndose a las dos féminas, pero en especial a su cuñada Adele. Sin embargo al momento de marcharse, ella habló...

—Me quedaré con ustedes una temporada, ya está decidido.  —le soltó la noticia bomba tomándolo de sorpresa, más ella se admiraba las uñas cómo toda una diva a la espera de su reacción.

—¿Qué?  —preguntó al no dar crédito a lo qué escucho, más con su meñique limpió su oído izquierdo de todo polvo que le impidió escuchar —No escuché bien, me lo podrías repetir.

—Con gusto.  —reitero al mirarlo de reojo y sonriente le dijo;—Seré una huésped más en esta casa. Tranquilo no te alegres tanto. —dijo irónica al ver su cara de pesar.

𝑴𝒓. 𝑫𝒆𝒍𝒊𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒆 | 𝑺𝒂𝒔𝒖𝑺𝒂𝒌𝒖 𓇢𓆸Where stories live. Discover now