Capítulo 52. El ingreso

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Zulema salió de aquella consulta, recorrió los pasillos en busca de su esposa y después de recorrer todos las plantas, se la encontró en la entrada, con un cigarro en la mano y su cara descompuesta.

M: Ya sé que me vas a decir (dijo alzando la cabeza mirándola a los ojos)

Z: Peque (la cogió más de la cintura)

M: Zulema... no quiero darte esa vida, ahora no (dijo dándole una calada)

Z: Ey (sonrió) ¿Qué vida? Ya lo pasamos una vez, ¿No?

M: Pero no fue tan duro como ahora... ¿Y la niña?

Z: Pequeña... me da igual que vida nos toque, me da igual tener que quedarme en el hospital a tu lado, ¿Por qué sabes lo que importa?

M: ¿El qué?

Z: Que estemos juntas (susurró muy cerca de sus labios)

M: Entonces... ¿No me vas a dejar por estar de nuevo ingresada?

Z: No (la besó) te amo... y nuestro amor es más fuerte que cualquier cáncer o cualquier ingreso

M: Vale (se limpió las lágrimas de los ojos)

Z: Vamos a hacer una cosa (la cogió de las manos) vamos a ir a nuestra casa, vamos a disfrutar de Olivia y a cenar con la parejita... eso sí, ¡A lo grande! Con música, bailes y con muchas risas

M: Me parece bien (sonrió)

Z: Y rubia... decidas lo que decidas, te prometo que te voy a apoyar (la volvió a besar)

M: Voy a ingresarme (dijo mientras que sus lágrimas caían) quiero que me curen esta mierda y quiero seguir viendo tu carita tan bonita el resto de mis días

Z: Te amo (la abrazó con fuerza)

Para Maca, volvía a ser duro un nuevo ingreso y esta vez en una situación más grave pero con el amor y el apoyo de Zulema supo que era invencible, las dos lo eran.

Zulema y Maca volvieron a casa de Vero de la mano, para suavizar el ingreso, Zulema no paraba de gastarle bromas porque le encantaba escuchar la risa de su rubia.

V: Holaa (dijo abriendo la puerta)

Z: Hola mamá (le dejó un beso en su mejilla) ¿Y la niña?

V: Dormidita (sonrió)

Las dos entraron a casa de Vero y después de comer, fueron a ver cómo Olivia dormía.

Al cabo de dos horas, cogieron el AVE y volvieron a Cantabria.

Como Maca se quedó dormida, Zulema cogió el móvil, se metió al WhatsApp y habló con Bea.

Z: Hola Beita... siento no haberte contestado, ha sido un día muy intenso (puso carita triste)

B: ¿Qué le han dicho?

Z: Tía, la tienen que ingresar...

B: Hay que convencerla... sabemos que no quiere

Z: Ya la he convencido

B: Y tú, ¿Cómo estás?

Z: Bien (escribió con lágrimas en los ojos)

B: Va Zulema... no te hagas la fuerte conmigo

Z: Pues... (miró hacia arriba) creo que me viene muy grande todo esto... no tengo ni puta idea de cómo ayudarla

B: Zulema, solo tienes que demostrarle tu amor y acompañarla

Z: Lo sé... pero ¿Y si no estoy a la altura?

A 22 metros de ti❤ {Zurena} TerminadaWhere stories live. Discover now