Capítulo 22. Mentiras

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El resto del día fue bastante más relajado, después de tomar café volvieron a subir a su habitación y estuvieron jugando al FIFA mientras que se daban varios arrumacos.

Cuando se durmió la rubia, Zulema cogió su teléfono y su paquete de tabaco saliendo a la calle, quería empezar cuanto antes con el carnet de conducir.

Z: ¿Qué pasa tronco? (Dijo cuando le cogió el teléfono)

Tony: Hombre Zule, cuanto tiempo!!! Ya me he enterado de lo que te ha pasado...¿Cómo estás?

Z: Pues viviendo la vida en el hospital (cambió de tema) oye Tony, ¿Te atreverías a enseñarme a conducir un coche?

Tony: Por supuesto pero... ¿Para qué?

Z: Para escaparme del hospital e irme de vacaciones pero escúchame bien, si te alquilas un coche que sea un Mercedes o alguno bueno

Tony: ¿Cuándo te gustaría empezar?

Z: Pues si puedes mañana... eso si te tienes que venir a las 10 de la mañana

Tony: Vale Zule, mañana nos vemos

Cuando colgó, se echó un cigarro mientras que preparó un porrito, estaba sentada en aquel banco y no había nadie a su alrededor hasta que apareció Rodri.

R: ¿Qué haces sola?

Z: Vaya Rodriguito... ni un porro me dejas fumarme tranquila, ¿Quieres? (Se rió) a lo mejor con esto hacemos las paces

R: Va, dame un poco (lo cogió) ¿Cómo llevas el carnet?

Z: Mañana viene un amigo con un coche para enseñarme pero una cosa... tú te tienes que venir conmigo

R: ¿Y cómo las entretenemos?

Z: Le diré a Bea alguna excusa para que se quede con la rubia

Siguieron hablando hasta que se terminaron el porro, después los dos subieron a su habitación como si nada hubiera pasado.

Al día siguiente, Zulema intentó levantar a la rubia pero le costó más que otros días.

Z: Niñata! (Le acarició la espalda) venga que vas a llegar tarde a la rehabilitación

M: Zulema tía... hoy me niego a ir, me duele todo

Z: No me jodas rubia... ¿Te he dejado agujetas?

M: Unas pocas (se rió)

Z: Eso no es excusa, tienes que bajar

M: Bueno... pero baja conmigo

Las dos se arreglaron y después de media hora bajaron a esa sala.

M: Enfadica, ¿Te quedas conmigo?

Z: No creo que me dejen

M: Oye profe (la miró fijamente) ¿Se puede quedar?

Fisio: No, aquí solo pueden estar pacientes

Z: Ya la has oído rubia (la besó) prometo que cuando termines, estará aquí Bea.

M: ¿Y porque Bea?

Z: Se ha ofrecido a venir a recogerte

M: Zulema... ¿Me estás ocultando algo?

Z: Que va rubia (la beso) luego nos vemos.

Mientras que la rubia hacía la rehabilitación, Zulema estuvo esperando a su amigo.

Z: Hombre! Por fin te dignas a aparecer (le dio un abrazo)

Tony: ¿Te gusta? (Pasó la mano por el coche) te he traído el Mercedes que acaban de sacar

A 22 metros de ti❤ {Zurena} TerminadaWhere stories live. Discover now