Capítulo 13. Secuestrada.

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A la mañana siguiente, Macarena se despertó antes que Zulema, se quedó observándola mientras que le acariciaba su cabello. Cuando miró por la ventana de su habitación vio a Bea en el pasillo, entonces salió corriendo y se acostó en la cama de Zulema.

B: Maca, ¿Por qué os habéis cambiado de cama? (Abrió la puerta extrañada)

M: Porque discutimos y me vine aquí

B: Pero... ¿Por qué? Si estabais genial

M: Lo sé... pero el tema de Carol me ha dolido mucho y en fin... (cambió de tema) Y tú con Rodri, ¿Qué?

B: Pues estamos más cerca que nunca pero no me atrevo a que pase nada más

M: Bea... si te gusta no le dejes escapar

En ese momento, Zulema empezó a despertarse y a llamar a la rubia desesperada.

Z: Niñata! ¿Por qué cojones te has cambiado de cama? (Dijo enfadada)

M: Ehh, Zulema (la miró disimulando) que está aquí Bea

Z: Hostia... (la miró con cara de preocupación) Holii

B: Estáis muy raras... (dijo saliendo de la habitación)

Cuando se quedaron a solas volvieron a hablar.

M: Zulema joder, ten cuidado

Z: Ya te dije que yo no sabía mentir... ¿Y mi beso de buenos días? (La miró fijamente)

Maca se acercó a su cama y le dio un beso.

Z: Buenos días niñata

M: Holii

Z: ¿Qué te apetece hacer hoy?

M: Zulema, te recuerdo que tú no puedes moverte de esa silla y yo... yo estoy recién operada

Z: ¿Y por eso no podemos hacer vida normal?

M: Si... pero no sé a dónde quieres llegar

Z: Niñata, antes de venir aquí, ¿Qué te gustaba hacer?

M: Pues me encantaba sentarme en un banco frente a los patos y comer pipas

Z: Pues lo del lago y lo de los patos lo tenemos complicado pero para las pipas tengo solución (se incorporó en la cama) Ayúdame porfa

Maca la ayudó a levantarse algo extrañada, después salió con su silla de ruedas mientras que ella se quedó totalmente paralizada.

Zulema recorrió los pasillos hasta que encontró una máquina, metió 2 euros y compró unas cuatro bolsas de pipas, después volvió a la habitación.

Z: Las tengo!! (Dijo muy emocionada) pero primero tenemos que desayunar

M: Zulema... no me entra nada (suspiró)

Z: ¿Cómo qué no? (Se acercó a ella) a ver niñata, abre la boca como si me fueras a dar un beso

Sin decir nada, Maca le hizo caso, cuando la tenía abierta le puso el vaso de leche en su boca.

Z: Muy bien (sonrió)

M: Zulema... ¿Me estás alimentando como a los gansos?

Z: No, aquí hay recompensa (observó mientras se tomaba la leche) cuando te lo termines tendrás un vale por 4 besos

M: Vale (se rió)

Cuando se terminó la leche, Zulema le dio 4 besos y siguieron con el desayuno.

Z: Y ahora... las tostadas

A 22 metros de ti❤ {Zurena} TerminadaWhere stories live. Discover now