Capítulo 11

25.1K 1.3K 289
                                    

-¡Ni te imaginas! Ya tengo el lugar; la decoración... Oh, el vesti...- La interrupí.-¡Basta! ¡Deja de decir tantas estupideces! ¡No me voy a casar con nadie! ¿Entiendes?

Mamá me irritaba indudablemente, ¿cómo era tan descarada al decirme eso? Definitivamente no quería escucharla más, iba a irme, pero me tomó de la muñeca muy fuerte.

-Escúchame bien...-Decía con los dientes apretados.-Llevo mucho tiempo aguantandome tu actitud de malcriada. Así que ten cuidado con lo que haces. Llores, patalees, y digas lo que digas te vas a casar con él.

Me solté de su agarre. Después de que ella me dijera esas cosas tan espantosas que puede decirle una madre su hija, me sonrió.

Si, cómo ven.

Salí inmediatamente de esa casa de dementes (Sin contarme a mi, claro está.) Estaba aturdida por todo lo que estaba pasando. ¿Yo? ¿Casarme con el grosero? ¿Dónde la vieron?

Ahora mismo tendría que hablar con el idiota ese. Tenía que dejarle claro que mis padres no eran tontos (No me consta, pero hay que defender a su sangre) y que yo, ahora siendo mayor de edad, no iba a permitir que me trataran como un instrumento para sus sucios negocios.

Iba decidida a la casa del grosero, de repente me detuve.

Algo importante se me estaba olvidando:

No sabía donde vivía, y yo estoy caminando como una estúpida sin rumbo. Casual.

Mi bombillo se encendió tan rápido como Flash.

Chase.

Saqué mi teléfono inmediatamente y comencé a marcar su número. Ahora estaba timbrando...

Uno.

Dos.

Tres.

Debería ser un delito contestar el teléfono después del ter...

-¿Hola?- Pregunté dudosa. Tengo que concentrarme cuando esté hablando por teléfono.

-¿Megan?

-Si. Chase, ¿cómo estas?-Bueno, antes de dar una mala noticia, hay que ser educado y preocuparse por el prójimo.

-Bien. Meg, ¿pasa algo?-Menos mal y preguntó porque ya me estaba casando ser educada. Ufff. Eso definitivamente no era lo mio.

-Creo que ya sé todo. Ahora, necesito hablar con tu hermano. Pero luego recordé que no sabía donde vivía, y me decidí llamarte.- Le expliqué.

-¿Con Kyle?-Preguntó confuso.

No, no. Sólo no digas su nombre.

Nota:
Limpiar mis oídos.

-¿Es que tienes otro más?- Dije sarcástica.

-Cierto. Lo siento. Claro, yo te puedo ayudar para que hables con él.-Gracias a Dios.

-¿Me das la dirección?

-¿Qué? ¿Y permitir que te pase algo? Ni en broma. Yo te voy a buscar a tu casa con Batman y Robin.

-Chase, no hace falta. No estoy en mi casa y...-Otro que se une al club de interrumpir a la Chloe.

-¿Dónde estás?- Le di la dirección. Así que me tocaba esperar sentada en un muro que me miraba con cara de pocos amigos.

-No demoro. Cualquier cosa, no te muevas de allí. Adiós.- Rodé los ojos antes de colgar. ¿A dónde iría? Esa es una petición estúpida.

GROSERO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora