Capítulo 26

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-Mañana tengo que ir a la oficina.

Vi su cara de decepción y no pude evitar sentirme bien por ello.

-De acuerdo-dijo, después de pensárselo un buen rato.

Le di un beso corto y luego la abracé hacia mí para sumergirnos en un profundo sueño.

Era la primera vez que dormíamos juntos.

Y espero que no sea la última, porque si era así, haría todo lo posible para evitarlo.

***

Si digo que dormí bien, estaría mintiendo porque la verdad es que dormí excelente a su lado.

Me levanté con cuidado de no despertarla, se veía tierna con sus ojos cerrados y su estupidez ocultada a causa de su profundo sueño. Cualquiera que la viera, no creería que fuese así de torpe.

Aunque así se veía hermosa; con su cabello todo desordenado y abrazando su almohada, mientras que tenía una pierna semi-doblada y una estirada.

Vamos, campeón, deja de mirarla y alístate.

Seguí mi camino hacia el baño, y me di una ducha considerable para poder pensar sobre todo aquello que me estaba ocurriendo.

Estaba preocupado por mis hermanos, por mi vida, por ser el sin suerte de la familia, y por el daño que he hecho y que haré. No puedo evitar sentirme frustrado.

Salí del baño con una toalla que sólo cubría de la cadera para abajo, mientras que abría el clóset para buscar mi traje.

Sonreí al recordar que la noche anterior la encontré a ella escondida. Tenaz.

Estaba arreglándome la corbata cuando veo un movimiento que proviene de la cama; ella allí, tallandose los ojos para poder ver mejor y medio bostezando.

-¿Ya te vas?-Preguntó cuando ya estaba medio despierta.

-Sí. Sólo voy a esperar un par de minutos más-dije, volteándome para verla mejor ya que anteriormente la veía a través del espejo.

-¿Por qué?-preguntó, mirándome fijamente.

-Chase vendrá a acompañarte mientras que voy a la oficina.

-¿Chase viene para acá?-Su cara mostraba sorpresa y alegría a la vez, no pude evitar que se tensaran mis músculos.

-Sí.-Me giré para verme en el espejo de nuevo y la vi a ella levantarse para ir al baño.

Yo me senté en la cama para enviarle un mensaje a Chase; necesitaba saber si ya venía en camino.

Me puse de pie cuando la vi a ella saliendo del baño con una toalla en su cabello y sonriendo.

-Creí que ya te habías ido.

-¿Me estás corriendo?-Pregunté ofendido. Ella rió.

-Sólo decía.-Se encogió de hombros mirando hacia todos lados. Estaba nerviosa.

Y me encantaba.

-No me odies.-Hice un puchero mientras la tomaba de la cintura.

-¿Por qué?-Preguntó confundida.

-Porque viene Chase.-Me encogí de hombros tensandome.

-¿Qué tiene que ver Chase en esto?-Seguía con su rostro lleno de confusión.

Se veía graciosa debido a que tenía la toalla aún en la cabeza, sin embargo ya estaba vestida.

-Bueno, empezando porque te gusta y siempre me terminas odiando cuando estás con él.

GROSERO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora