Capítulo 22: Revitalización.

172 22 0
                                    

Douglas

Cada día y cada noche, una sensación abrumadora de nostalgia por mi familia me invadía. Al despertar, me aferraba a la esperanza de que todo fuera simplemente un sueño desagradable, un malentendido del destino del que quisiera despertar en cualquier momento. Pero la cruda realidad se imponía, implacable. Soy un Hombre Lobo, una criatura que durante siglos había sido la presa de mi propia familia. Yo era la encarnación de su desgracia, el objeto de su caza.

Nunca había imaginado que este sería mi destino. Desde que tengo memoria, mi vida se había deslizado por los caminos marcados por mis padres, cumpliendo con sus expectativas sin cuestionarlas. Pero ahora, mientras reflexionaba sobre mi situación, me invadía una sensación de vacío. ¿Qué buscaba realmente? ¿Acaso había alguna otra opción para mí? Mis padres me habían dirigido por un camino sin retorno, uno que me había llevado a este punto, a esta maldición que cargaba sobre mis hombros. Con el tiempo, me convertiría en poco más que una nota a pie de página en la historia de nuestra familia, olvidado por mis propios descendientes.

—¿Douglas? —la voz de Malia rompió el silencio que envolvía mis pensamientos.

—Hola —me volví hacia ella, tratando de recordar su nombre—. Malia, ¿verdad?

—Sí —su sonrisa era cálida, amable—. Qué sorpresa encontrarte aquí —observó a su alrededor—. ¿Te importa si me uno a ti? —buscó mi mirada con curiosidad.

—Por supuesto.

—No te preocupes, no te quitaré mucho tiempo —se acomodó a mi lado—. ¿Vienes aquí a menudo?

—Sí. Desde que me convertí en Hombre Lobo, el bosque se ha convertido en mi refugio —expliqué, sintiendo la pesadez de mis palabras. El bosque era mi prisión, mi hogar y mi condena, todo a la vez.

—Lo entiendo —dijo, jugueteando con sus dedos de manera distraída.

—¿Y tú? —pregunté, deseoso de cambiar el rumbo de la conversación—. ¿Cómo era tu vida antes de convertirte en Mujer Lobo?

—No hay mucho que contar —su mirada se perdió en la distancia—. Una vida común y corriente junto a Dallas, llena de tristeza y soledad. Pero aquí estoy ahora, gracias a las vueltas del destino. Y creo que es lo mejor que me ha pasado —nuestros ojos se encontraron por un instante.

—¿No te asustan los riesgos y las consecuencias de esta vida? —pregunté con cautela.

—Los humanos también enfrentan peligros —respondió—. Pero mientras tenga a mi hermano Dallas a mi lado, no temo nada.

—¿Sabes? —desvié la mirada, reuniendo el coraje para compartir un fragmento de mi pasado—. Desde pequeño, me entrenaron para ser un Cazador implacable, para convertirme en lo que mis padres esperaban de mí. No tenía amigos; Ray era mi único compañero. No había nadie más —intenté contener la tristeza que amenazaba con desbordarse en mis palabras.

—Pero ahora no estás solo. Nos tienes a nosotros —colocó una mano reconfortante en mi hombro—. Somos tu familia.

—No merezco que hagan tanto por mí —susurré, luchando contra las lágrimas que se agolpaban en mis ojos—. He causado tanto sufrimiento, he tomado vidas sin razón, he herido a otros sin pensar en las consecuencias. Esta culpa nunca me abandonará.

—Lo que importa es el presente —su voz era suave, reconfortante—. Debes dejar atrás el pasado y seguir adelante —se apartó, retirando su mano de mi hombro con un ligero apretón final.

—Me encantaría quedarme más tiempo, pero debo irme. Si necesitas hablar, estaré aquí para ti —me despidió con un beso en la mejilla antes de desaparecer entre los árboles.

Luna Llena (Gay)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang