Capítulo 14: Conexión.

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Liam

El sonido de las ramas y hojas secas producía un eco a mi alrededor mientras avanzaba, sumido en mis propios pensamientos. La oscura noche rodeaba el camino, y la única compañía que tenía era la voz de Allen que resonaba detrás de mí.

—No creo que sea una muy buena idea que vayas con él —advirtió Allen, siguiendo mi trayectoria a través del bosque.

—¿Por qué lo dices? —pregunté sin detenerme, apartando algunas ramas que se interponían en mi camino.

—¿Cómo qué por qué? Es de madrugada —opté por no responder, sumergiéndome aún más en mis pensamientos con cada paso que daba.

—Supongo que tienes razón —me detuve a pocos metros de la ciudad, sintiendo la presión de la responsabilidad. Allen se unió a mi lado, y ambos compartimos un instante de silencio tenso.

—Claro que la tengo —declaró Allen, como si buscara afianzar su posición en la decisión que se avecinaba.

—¿Y qué hacemos? —cruzamos nuestras miradas en busca de respuestas, ambos conscientes de la gravedad de la situación.

—No lo sé, quizás dormir —añadió con ironía—, nosotros también necesitamos dormir.

—Bien, dormiremos en el patio trasero de mi casa —tomé la iniciativa, buscando un lugar seguro para descansar.

—¿Qué? —Allen frunció el ceño, sorprendido por mi elección—. No me refería a eso.

—Allen, ¿qué tal si esos tipos vuelven? —arrugué mi frente, mostrando mi preocupación—. Lo que menos quiero es que Matthew se convierta en un Hombre Lobo. Si quieres, ve a casa; yo cuidaré de él —continué mi camino, pero esta vez, a diferencia de antes, esperé una respuesta.

—Espera —corrió para alcanzarme de nuevo—. Tienes razón; si pudiera regresar al pasado, preferiría ser yo quien se hubiera convertido en un Hombre Lobo y no Joe.

—Gracias, Allen —inconscientemente, una sonrisa se dibujó en mi rostro, agradecido por la comprensión de mi amigo en medio de la incertidumbre.

Había pasado más de una hora en un silencio que abrazaba el lugar, la noche se mantenía en calma cuando de repente, un pequeño sonido inusual rompió mi quietud a pocos metros de distancia, despertando con ello mi atención. La respiración agitada de Matthew revelaba que las pesadillas lo atormentaban, y la impotencia de no poder consolarlo generaba angustia.

A medida que el tiempo avanzaba, mis ojos se cerraban lentamente, luchando contra el cansancio. Aunque la oscuridad dificultaba la visión, podía percibir los ojos de Allen perdidos en pensamientos profundos.

—A veces sueño con regresar a ser humano, junto a Joe —murmuró Allen, rompiendo el silencio nocturno.

—Yo nunca tuve la oportunidad de ser humano —me recosté, manos sobre el abdomen, mientras Allen permanecía inmóvil—, pero sería grandioso si lo hubiese sido —cerré los ojos, luchando contra el agotamiento. Minutos después, Allen continuó la conversación.

—Cuando era humano, Joe y yo solíamos ir a su casa después del colegio —sus palabras resonaron en la oscuridad—. Me arrepiento tanto de haberme alejado de él —una lágrima escapó de sus ojos, reflejando arrepentimiento y dolor.

—¿Por qué te alejaste de él si tanto lo querías como dices? —pregunté, intrigado por su historia.

—Antes de ser Hombre Lobo, Joe experimentó un cambio drástico en su actitud y ni hablar del fisico. Enloquecí, le pedí una explicación —Allen apartó la mirada hacia el cielo nocturno—, hasta que finalmente lo hizo y me alejé sin darle explicación, aunque él conocía la razón. Días después intenté buscarlo, pero mi padre descubrió nuestro romance y las cosas empeoraron.

Luna Llena (Gay)Where stories live. Discover now