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[Sábado]

Otra vez, otro día, otra oportunidad.

No era de rendirse fácilmente, pero esta vez tenía las expectativas muy bajas, es más, se podría decir que ni las tenía. Pero lo haría por Stiles, por él, porque necesitaba que recordara todo y porque realmente quería pedirle perdón. Era estúpido quizá, pero necesitaba pedirle disculpas al Stiles que él conocía, al Stiles del que se había enamorado.

Esta vez decidió no arreglarse demasiado, no quería espantar a Stiles o algo por el estilo.

Se colocó un buzo color crema con un pantalón celeste de jean y unas botas negras. Se acomodó el cabello y se miró al espejo otra vez. Seguía viéndose igual de mal que el día anterior y comenzaba a preocuparse por su propio estado. Aún así se lavó un poco el rostro y salió de su habitación. No había razón para preocupar a nadie, iba a estar bien.

—¿Derek? —oyó suaves golpes en la puerta por lo que se giró para ver a su hermana mirándolo desde la entrada de la cocina.

—¿Si? —la observó algo sorprendido, Cora no le hablaba desde lo que había pasado con Stiles, claramente habían algunas excepciones, como cuando tenían invitados o algo así— ¿Necesitas algo?

—A mi hermanito —dijo sintiendo sus ojos llorosos a punto de soltar lágrimas sin piedad alguna.

Derek alzó una ceja y la vio acercarse a él.

—¿Puedo abrazarte? —preguntó mientras lloraba y Derek asentía.

—También te necesito —susurró él sintiendo su corazón partirse en miles de pedazos y aguantando las ganas de llorar.

—Lamento haberme enojado contigo sin siquiera haberte hablado al respecto, no te merecías pasar por todo esto por tu cuenta —besó su frente y acarició su cabello.

—Yo lo siento por haber sido un completo idiota -suspiró y miró a su hermana a los ojos— Estoy bien, tranquila.

—No, Derek, no lo estás —la tristeza invadió los ojos de la chica que tenía en frente— Hace ya unos días que no comes, no duermes como deberías, tu estado comienza a asustarme y preocuparme en extremo.

—Lo siento, trato de estar mejor, trato de ponerme de vuelta en el camino pero no puedo, simplemente he llegado al límite —sonrió apenado mientras se encogía de hombros.

—Siempre haces eso —dijo mientras lo miraba— Te guardas todo para ti solo e intentas afrontarlo por tu cuenta, como si fuera algo normal, como si fuera algo sano saber que todo eso lo estás haciendo sin algún tipo de apoyo.

—Lo sé y lo siento —rascó su nuca algo apenado.

—Empieza a permitirte sentir, ¿de acuerdo? No te aísles, no te encierres en ti mismo —besó su frente otra vez— Y si es necesario que dejes ir a algunas personas, hazlo, tu felicidad es más importante que ellos.

—Voy a intentarlo, gracias, Cora—le sonrió y la vio irse de allí.

Ahora soltó un suspiro y guardó su celular en su bolsillo. Estaba listo para intentar invitar a salir a Stiles y comenzar a contarle todo lo que habían hecho durante ese tiempo en el que se habían enamorado.

Hacía exactamente dos años, Stiles visitaba un Starbucks que quedaba en el centro de la ciudad cada sábado sin falta, había estado investigando y considerando que esa era más o menos la fecha que Stiles recordaba, creía que iba a ir y podía aprovechar eso.

Caminó mientras metía las manos en sus bolsillos para calentarlas un poco debido al infernal frío que había aquel día, era demasiado. Miró hacia el frente, él no vivía tan lejos del centro, por eso es que siempre se le hacía demasiado fácil y rápido llegar sin ningún inconveniente.

Don't Leave Me  [STEREK]Where stories live. Discover now