Capítulo 21 - FINAL -

1.6K 66 2
                                    

Ya ha pasado un tiempo desde el velorio de la abuela Julia. A pesar de haber perdido físicamente a la abuela, fue una bella velada. Todo el pueblo la recordó y ella obtuvo su luz propia, esa luz que la hacía brillar como una luciérnaga.

Con Lorena decidimos seguir con la tienda de antigüedades en su honor asique nos turnamos entre las tres tiendas para atenderlas, lo cual era mucho trabajo más estando embarazada asique tuvimos que contratar ayuda.

Hace una semana que Iván y Claudia trabajan con nosotras, creo que nuestros hermanos nacieron para ser nuestros esclavos. Ellos están encargados de manejar la tienda de Julia. Por ahora lo van haciendo bien, esperemos que siga así.

La nueva tienda para bebés y futuras mamás es un éxito en ciernes. La propuesta fue bien recibida por los habitantes de Moon White, lo mejor de todo es que conseguimos un contrato con el hospital para trabajar en conjunto y así poder brindar información a las mamás sobre cuidado personal y del bebé.

Ellos se encargan de dictar algunos cursos y nosotras los organizamos en nuestras nuevas instalaciones, que dicho sea de paso no conseguimos cerca de las otras tiendas pero bueno, no todo se podía dar como nosotras queríamos. Sí contratamos gente capacitada para que llevara la gerencia del lugar ya que nosotras dividíamos nuestros tiempos en todos los espacios.

Estaba sentada en Luna Negra mientras los chicos trabajaban atendiendo a las clientas, solo observaba o me encargaba de la caja registradora ya que Nicolás dio la orden de no dejarme levantar nada ni atender a las clientes, en definitiva no me dejan hacer nada de nada.

Termino de cobrarle un pedido a una cliente entrada en años y de pronto la alarma de la puerta suena, levanto la vista sobre la anciana y veo como el amor de mi vida viene caminando con un ramo de rosas amarillas. Una sonrisa se dibuja en mi rostro, este hombre me está malcriando con todas las atenciones que me da.

Lo amo con todo mí ser. Si alguien me hubiera dicho, tiempo atrás, que tendría una relación con Nicolás (el amor de mi juventud) e terminar tan enamorados uno del otro y, sobre todo, armando una familia me hubiera reído en su cara por la ironía y el chiste. Pero ahora que vivo con él y que estamos formando nuestro hogar propio rodeado de amor no me parece tan irónico ni descabellada la idea.

No veo mi mundo sin su aroma a tierra mojada y menta. Sin sus besos, sin sus caricias. Todo él es mío, y yo soy toda suya. Eso se lo debemos al destina, a Julia y a la Diosa Luna. Ellos se encargaron de cruzar nuestros caminos para que tuviéramos uno solo y en conjunto.

-Hola Mi hermosa novia – me saluda el amor de mi vida.

-¿Novia? No recuerdo que me hayas pedido nada Nicolás – le dijo levantando un poco la voz. Estoy tan emocionada, mis hormonas están revolcuioandas.

-Emma... - dice sonriente – ¿Cómo está mi pequeño lobito?

-Bien pero tiene hambre – digo suspirando.

-Vive con hambre, pero ¿Será él o la madre la que tiene hambre? – abro los ojos como platos.

-¿Discúlpame? Me estas tratando de gorda Nicolás- eso sí que no se lo voy a permitir puede ser el padre de mi hijo pero hasta ahí llega el límite. Con la comida nadie se mete.

-Nunca dije eso Emma. Te amo tal cual como eres, solo estaba bromeado un poco – da vuelta por el escritorio, me agarra por la cintura y me besa con mucho amor – Te amo Emma, nunca lo olvides.

-Yo también te amo Nicolás pero tengo hambre en este momento – le digo mientras me suelta y comienza a caminar hacia la puerta – Y es en serio.

-Voy a conseguir comida para mi futura esposa – dice gritando para desaparecer por la vereda con una alegría particular. Lo cual me llama la atención, esperen ¿qué acaba de decir?

MI LUGAR EN EL MUNDOWhere stories live. Discover now