Namseok|| Caballo y caballero.

[10]

Namjoon contempló el rostro del omega y empezó a llevarlo en dirección de la cama, hasta que ambos cayeron sobre el colchón, la respiración del ajeno se agitó pasando sus dedos por la boca del alfa. El menor al ver al omega bajo él no supo que hacer, los nervios le estaban traicionando.

—¿S-sucede algo?

—Ah...joven Jung esto sería...

—¿Eres virgen?—Namjoon negó con lentitud y Hoseok soltó un largo suspiro.—¿Entonces,cúal es el problema?

—Pues...

Los señores Kim vieron un carro de lujo parquearse, la señora KIm se acercó con una sonrisa y un hombre de saco negro se bajó, luego sacó unas cajas, el señor Kim tomó extrañado aquellas cajas.

—Lo manda el señor Jung, son medicinas para mantener un control sobre el celo de su hijo,es de la mejor ...Ah y también quiere hablar con el joven Kim—el señor sacó un celular y se lo entregó al chico.

—¿Buenas tardes?

—Si le pones una mano encima a mi nieto, te castro—escuchó una voz ronca del otro lado y bastante seguro—¡Un gusto!

La llamada fue colgada de inmediato, el alfa contempló a sus padres un poco asustado.

—No le han dicho al joven Jung respecto a que se puede hacer llamadas desde aquí ¿Cierto?

—No señor—habló el padre de Namjoon—le dijimo' que no alcanzaba la linea, que no hay recepción en estos lares.

—¿Algo que necesiten?—preguntó el secretario del señor Jung.

—Pos Ahorita tenemo' todo—notó al secretario extender un recibo.

—Aquí está el pago de este mes por cuidar de la granja del señor Jung, cualquier cosa, sabe como contactarnos ¿el joven Jung ha pedido algo personal? ¿Un caballo, una vaca como mascota?

—No señor.

Los Kim se contemplaron, en la verdad que Hoseok parecía horrorizado con esos animales, por lo que negaron. El secretario sacó una maleta.

—Aquí manda el señor Jung una ropa para el Señorito.

Namjoon cerró los ojos dando una gran inhalada, se quitó encima del omega para luego rascar tras su cuello, Hoseok no comprendía a qué se debía aquel cambio de conducta.

—¿Por qué no me quieres tocar?

—No es buena idea—dijo el alfa acercándose a la puerta—tome su medicina y descanse joven Jung...no está pensando con racionalidad.

—¿Me...me estás rechazando?—dijo horrorizado.

—Acabo de recordar que debo hacer la limpieza en el establo, con permiso.

El alfa salió de aquel cuarto y los ojos del omega se abrieron en par ¿¡Había sido rechazado?! Se quiso sentar; pero el mareo se lo impidió, quedando postrado otro rato más en la cama. Luego de unos segundos, se bajó con cuidado, se dirigió a su pequeño closet y sacó su cajas de medicinas. Si se debía haber vuelto loco, no estaba pensando con claridad ¿Cierto? era todo a causa del celo, además que hace mucho no tenía sexo, por eso había reaccionado a ese tipo, no debía tener más respuesta.

Abrió el sobre de la pastilla y la chupó,eran de color azul y tenía sabor a frambuesa, por lo que chuparla no le era un problema y tampoco las rechazaría por saber feo. algo que agradecía con profundidad. Terminó de masticar la pastilla y desvió la mirada en dirección de la ventana.