Namseok|| Caballo y caballero.

[06]

Jung Hoseok contempló aquel lobo de pie a cabeza, el alfa gruñó mostrando sus incisivos, acto que sorprendió demasiado al omega, el cual se cruzó de piernas mientras sostenía su quijada con una de sus manos,analizando lo mejor que podía aquella situación que le presentaba. El alfa acercó su hocico entre los barandales, olfateando el aroma del ajeno, tratando de empujar su cabeza contra aquellas varas de metal, como si lograra arrancarlas.

—Es interesante, jamás había visto a un alfa en su forma animal, en la ciudad es ilegal, prohibido y con multa que rondan miles...miles de dólares.Eres incluso del tamaño de una vaca.

El lobo se sentó sobre sus patas viendo a ese sujeto frente a él.

—Joven Jung—habló el alfa —acuéstese, quítese lo de abajo, abra de piernas que lo preñaré.

—¡Oh! ¿En serio?—Hoseok rió divertido y estiró el pie—¡Allí está!—Cuando el lobo estaba a punto de agarrar la pierna de Hoseok el menor la quitó rápido—¡ya no está!—la sonrisa del lobo se borró y miró con mala cara al omega, el cual se echó una carcajada, volviendo a poner el pie—¡allí está!—la volvió a poner y el lobo estaba seguro que esta vez tomaba al chico—¡Ya no!—y Jung Hoseok la quitó.

El omega se tiró una carcajada por la burla que le estaba haciendo aquel alfa, el cual suspiró con pesadez.

—¿Qué se supone qué hace?

—¿Dices que me preñarás? no sueñes demasiado. Había escuchado que los alfas del campo eran unos salvajes, que aún no podían mantener en control su instinto animal.Pensé que eran rumores; pero veo que no es así.

—Joven Jung, si no vino aquí para apaciguar mi celo...dejese de chingaderas y vayase.

—Ay perdón, hoy si...—Hoseok estiró el pie de nuevo y el lobo creyó que el chico esta vez si hablaba en serio y justo cuando tomaría el pie del menor, Hoseok lo quitó rápido—¡Uy, se fue!

El lobo soltó un enorme gruñido de furia y golpeó su cabeza contra la baranda, mostrando sus incisivos, para empezar a morder desesperado uno de los barrotes, Hoseok no podía contener sus risa, abrazándose a sí mismo, al no soportar el dolor del estómago por el ataque de risa nerviosa que estaba teniendo, se limpió las lágrimas que se asomaron por la esquina de los ojos.

—¡Omega!

Hoseok volvió a estirar el pie y justo cuando lo iba quitar, el lobo le agarró la punta del pantalón con su hocico. Cuando eso sucedió, el omega pegó un grito desgarrador y sacudió su pie.

—¡Epale, epale mi piernita, animaaaal!—chilló y con su otro pie libre, ofreció un golpe en la nariz al alfa.

El omega se alejó más con su banco al darse cuenta que casi era historia. El lobo soltó esta vez una carcajada y dio leves golpecitos en el suelo con su pata derecha, como si estuviera llamando a un gatito asustado-que no era nomás el joven Jung Hoseok-el chico de la ciudad tragó duro, desempolvando un poco sus zapatos y pantalón, vio toda su vida pasar en menos de un segundo.

—Joven Jung ¿Por qué dejó de sonreír? —preguntó con ironía aquel lobo.

—Alfa inmundo, animal rastrero—empezó a cantar Hoseok tomando el banco, se paró para empezar a ir a la puerta, escoria de la vida, perro mal hecho...

—Joven Jung—habló el alfa—¿A qué vino si no es aparearse conmigo? los machos preñamos y las hembras tienen que parir a nuestros cachorros.

—Solo quería ver a un alfa en su lado animal—comentó nervioso—tenía curiosidad.

—¿No ha escuchado ese refrán de: La curiosidad mató al gato?