[03]

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El hermoso Sol de la mañana, empezaba hacer su presencia sobre las cumbres de las montañas, dejando en claro que era otro día.

Los animales abrieron sus ojitos y la vaca soltó su Muu de buena mañana, pensando jalarle de nuevos los caballos al tipo del día anterior que le ignoró su grandiosa belleza.

¡Malditos humanos!

El cantar del gallo madrugador rompió esa fría mañana, un hermoso gallo, gordo y plumas brillantes soltó con todo su galillo, avisando que era el tiempo de abrir los ojos.

Bueno hasta que una mano lo tomó del cuello y el pobre animal soltó un cacareo fuerte.

—¡Hoy comeremos caldo de gallo machito!—rió la señora Kim que corrió emocionada a la casa mientras las gallinas abrieron su pico y una incluso puso un huevo ante el susto ocasionado.

El señor Kim se puso el sombrero, contemplando a su esposa ingresar con una espléndida sonrisa, el beta sonrió con dulzura viendo a su hijo llegar con su semental. Namjoon enarcó su ceja derecha contemplando toda la casa para luego soltar un bostezo. Se había despertado a las cinco de la mañana por lo que el sueño aún era bestia sobre él; pero no algo que el hombre no supiera lidiar.

—¿Ya te vas, crió?—preguntó la señora Kim, entregando el gallo a su esposo—. Pero ni siquiera has desayunado.

—Solo iré a ponerle ojo al ganado, ya regreso—abrió la boca soltando otro bostezo. Viendo como el gallo que su madre sostenía entre sus manos, se retorcía.

—¡Oh! ¿Qué te parece si el joven Jung te acompaña? ¡Pa que aprenda a ordeñar a nuestras vacas!

Namjoon contempló de un solo a su madre y frunció el ceño ¿Ese machito, como mano de obra? con solo imaginarse al omega dar gritos y correr con el mínimo insecto que se le cruzara, sería un caos.

Pero...la situación le pareció divertida, así que dejó sobre su rostro una sonrisita cómplice.

Jung Hoseok dormía como un pequeño Bebé, la puerta de su cuarto se abrió con lentitud mientras un joven alfa, se quitó el sombrero, contemplando los rasgos dulces que aquel chico poseía, era hermoso, muy bonito y no se dijera de ese aire sensual que brotaba con solo verle; pero todo rastro de sensualidad fue eliminada cuando el alfa notó bien la pose del omega al dormir.

Estaba durmiendo como perro tumbado, con el culo alzado y babeando.

—Madre mía y yo que pensaba que las bestias eran locos pa' dormir—susurró el alfa que se quitó su sombrero. El lobo de Namjoon aulló, sintiéndose emocionado ante el aroma suave que el ajeno soltaba, era débil; pero dejaba en claro que era un omega, uno con el cual podía aparearse. Debía mandar esos pensamientos a otro lado, no podría caer por el aroma del primer omega que se le cruzara, mantener su mente fría—¡Esta son las mañanitas que cantaba el rey David!—empezó a cantar con su potente voz ronca solo para despertar al chico sobre la cama.

Hoseok seguía durmiendo.

El alfa frunció el ceño, escuchando unas pisadas acercarse. Su madre se asomó curiosa.

—¿No despierta?—empezó a susurrar la mujer sorprendida—¡Ay crio! ¿se lo habrá chupado el chamuco?—chilló muy preocupada del bienestar del joven Jung.

—Tal vez tiene sueño de muerto—susurró el alfa, se acercó a Hoseok con curiosidad y le puyó la mejilla. Jung Hoseok no se despertó. La señora Kim y el alfa enarcaron las cejas al mismo tiempo.

—¡Ay, crio! —chilló la mujer horrorizada y se acercó a Hoseok para sacudirlo—joven Jung, despierte. mire no más que ya salió el solcito ¡Hornée unas ricochas galletas!

Namseok|| Caballo y caballero.Where stories live. Discover now