Namseok|| Caballo y caballero.

[02]

La cena para Jung Hoseok, no fue lo mejor, ni siquiera el ambiente. Mientras el veía unas cosas raras en su plato, los señores Kim lo comían con la más tranquilidad del mundo. Jung Hoseok enarcó su ceja derecha, haciendo un mohín mientras movía con desgano el queso fresco frente a él.

La mesa no era grande, era redonda para cuatro personas, todo de madera y la silla de Hoseok parecía que en algún momento se le quebraría la pata e iría de culo al suelo. El omega, sintió una fuerte mirada a su derecha, sintiéndose algo inquieto, se percató que Namjoon no paraba de verlo. Mientras tomaba un pedazo de pan y lo untaba con crema.

La señora Kim dejó de reírse al estar conversando con su esposo y su sonrisa se desvaneció al ver la cara de incomodidad del omega.

—¿Pasa algo?—preguntó la señora Kim un tanto nerviosa—¡Todo es fresco, además eres un chico bastante delgaducho. Hay que comer como chanchitos para ser fortachón!—dijo tratando de animar a un Jung Hoseok que empujó con la punta del tenedor el queso fresco.

—Estoy a dieta—comentó el pelinegro con una ceja arqueada.

Kim Namjoon sonrió divertido.

Jung Hoseok se levantó de su silla sin hacer ninguna reverencia y se fue alejando, buscando su cuarto, la noches eran un tanto frías, pero la tarde era caliente. Con ese cambio de clima, el omega debía hacer muy buen uso de sus cremas para la piel.

La señor Kim se cubrió la boca preocupada de haber dicho algo malo y miró a sus dos hombres con rostro triste.

—¿Comenté algo feo? es solo que el crío está muy delgaducho, parece un popote, el viento no más lo viera y pos se lo echa por los aires—comentó muy preocupada—. Solo quiero que se sienta bien en nuestra morada.

—Se acostumbrará, pasara su buen tiempito aquí—comentó el señor Kim,subió su mirada en dirección de su hijo—Ve.

Kim Namjoon casi dejó caer el pedazo de pan que masticaba.

—¡Nombre pa'!—se quejó.

—Ve, anda, mueve ese derrier, el crío anda por tu edad, entre gentío del mismo grupo, se comprende, ya verás tú.

—Pero pa' estoy en plena hartadera.

El señor Kim le hizo un gesto, de que fuera en dirección del joven Jung Hoseok. Kim Namjoon apretó los labios y se levantó sin quejarse más.

Jung Hoseok estaba acostado en la cama, se movió a la izquierda, luego a la derecha, maldijo en bajo ante la incomodidad en todo su cuerpo. Se acostó de lado, sosteniendo su cabeza con la mano mientras parte de su cadera salía a flote como si posara para una foto sensual de playa. La puerta del cuarto fue tocada.

—¿Quíen es?

Kim Namjoon abrió la puerta sin preguntar si podía entrar. Jung Hoseok abrió y cerró la boca al ver aquel hombre asomarse, que se recostó en el marco de la puerta.

—¿Cómo estás?

—Acostado, como ves. Antes de entrar a una habitación debes preguntar: ¿Estás ocupado, puedo entrar, me das tu permiso?

Kim Namjoon solo enarcó su ceja derecha.

Se quitó el sombrero, sacudió sus cabelleras para contemplar su sombrero, limpiando un poco de él.

—Usté no sabe que aquí, en estas moradas, conocemo algo llamado confianza entre manada.

—Pues no te equivoques. Primero, no soy de tu manada y segundo, se llama privacidad. Retírate.