Capítulo 6| Épocas antiguas.

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Dann se había hartado de la chica desde el primer momento. Era tan gritona, histérica y controversial que en algún punto su instinto animal salió a flote cuando supo que iba a escapar.

Su transformación fue tan dolorosa y rápida que incluso para él fue extraño, pues nunca le había pasado.

La observó una vez que estaba convertido en lobo. Tenía sed de sangre y hambre de su carne, dió un aullido tan fuerte y profundo como nunca antes. Estaba decidido a acabar con ella de una vez. Pues estaba débil, confundida y era su momento para por fin arrancarle el corazón.

Dió un par de pasos y se dejó caer sobre ella para olfatearla por completo.

—Dann, ya déjame —suplicó ella—. Si quieres que te tenga miedo está bien, ¡dejame ir!

Dejó hilos de baba en su camino hasta detenerse frente a su rostro; vió los ojos de Rachell invadidos en terror, con lágrimas agonizantes y una respiración que mostraba su corazón a punto de estallar.

Rachell era incapaz de expresar algo con la voz. Y en cambio el lobo le rugió con fuerza directo en la cara, a lo que la chica cerró los ojos y tembló aún más, esperando lo peor.

—¡Ayuda! —gritó Rachell desconsolada y casi en un hilo de voz.

Dann, con sus garras le formó una herida en el estómago que la hizo gritar y sangrar. Esa fue su manera de intentar silenciarla, pero lo único que logró fue hacerla gritar y luego reír a carcajadas.

Él se encontraba confundido, pues pasó de un llanto agonizante a una risa tan escandalosa y sarcástica que lo hizo alejarse un poco.

Ella reía mientras la sangre seguía saliendo de la herida en su estómago, y cuando el lobo se separó por completo de ella, unos cuervos revolotearon sobre él a la misma vez que cantaban; eran tantos que en algún instante se posaron sobre el lobo para empezar a picotear su gruesa piel con la intención de comerlo.

Rachell estaba en un limbo que no había explorado más que una vez. Sabía lo que hacía aunque no lograba distinguir entre lo bueno y lo malo, y lo que para ella era un intento de asustar al lobo con cuervos, eso se volvió algo fuera de control que involucraba sangre y sufrimiento.

Maldad absoluta.

El lobo; con sus grandes manos que agitaba al aire y de lado a lado, empezó a golpear y espantar a los pájaros que se acercaban a él. Uno de ellos se posó sobre su cabeza; le mordió la punta de una oreja arrancándole la carne, el lobo chilló ante eso, y cuando logró tomar al ave entre sus manos lo observó. Lo vió removerse y chillar mientras lo sostenía con ambas manos, dispuesto a llevárselo a la boca. Pero grande fue su sorpresa cuando un cuerpo humanoide se presentó en lugar de la cabeza del cuervo; salió de un brinco y le gritó—: ¡Brokhell! — justo en la cara al gran lobo que, al verlo, lo soltó y se fue de espaldas.

Rachell expandió su poder y los pájaros se mezclaron con esa estela oscura que los hizo explotar y volverse una invasión de moscas que huyeron por el aire.

La verdadera Rachell salió del limbo, y aprovechó el despiste para levantarse y correr tanto como sus pies le habían exigido. Cayó y se lastimó, se raspó las rodillas pero aún así se levantó.

Pues para Rachell, correr era una manera falsa de escapar de los problemas.

En su camino se dió cuenta que no había nada más bajo sus pies. Y en cambio, se lanzó sin planearlo a un precipicio en caída libre donde el mar la recibió con furia.

Un acantilado.

Su cuerpo se estremeció cuando chocó contra la extremadamente fría agua, se hizo un puño por unos segundos. Al abrir los ojos trató de ver a su alrededor, pero era de noche y no lograba visualizar nada. Los bruscos movimientos de las olas la alejaban cada vez más de la orilla.

Luna de Noviembre [Oscuros #1] [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora