Capítulo 138

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[Editado]

—Pero ¿cómo lo han logrado si para entrar ahí hay que hablar pársel?

—¡Ron sabe hablar pársel ______! —saltó Hermione — ¡Demuéstraselo!

Y el chico emitió un espantoso y estrangulado sonido silbante.

—Es lo que dijiste tú para abrir el guardapelo — le dijo a Harry como disculpándose — Tuve que intentarlo varias veces, pero... —se encogió de hombros, modesto — al final logramos entrar

—¡Ha estado sensacional! —exclamó Hermione— ¡Sensacional!

—Entonces... —_____ intentaba atar cabos— Entonces...

—Ya queda un Horrocrux menos —confirmó Ron, y de la chaqueta sacó los restos de la copa de Hufflepuff— Se lo ha clavado Hermione. Me ha parecido justo que lo hiciera ella porque todavía no había tenido ese honor.

—¡Genial! —exclamó Harry —No es para tanto — dijo Ron, aunque se lo veía satisfecho de sí mismo— Bueno, ¿ustedes qué han hecho?

En ese momento hubo una explosión en el piso superior. Los cuatro levantaron la vista y observaron cómo caía polvo del techo y oyeron un grito lejano

— He averiguado cómo es la diadema, y también sé dónde está —les explicó Harry precipitadamente — La escondió
en el mismo sitio donde yo guardé mi viejo libro de Pociones, donde la gente lleva siglos escondiendo cosas. Y creyó que sólo él la encontraría. ¡Vamos!

Las paredes volvieron a temblar. Harry guió a sus amigos por la entrada oculta y por la escalera que conducía a la Sala de los Menesteres.

Allí sólo quedaban tres mujeres Ginny, Tonks y una bruja muy anciana con un sombrero apolillado, a la que _____ reconoció al instante era la abuela de Neville.

—¡Ah, Potter! — dijo la anciana con desenvoltura — Ahora podrás explicarnos qué está pasando.

—¿Están todos bien? —preguntaron Ginny y Tonks a la vez.

—Que nosotros sepamos, sí —respondió _____— ¿Todavía queda gente en el pasadizo que lleva a Cabeza de Puerco?

Era consciente de que la Sala de los Menesteres no se transformaría mientras quedara alguien dentro.

—Yo he sido la última que ha entrado por ahí —dijo la señora Longbottom— Y lo he cerrado, porque no creo que sea conveniente dejarlo abierto ahora que Aberforth se ha marchado. ¿Has visto a mi nieto?

—Está combatiendo —contestó Harry

—Claro —dijo la anciana con orgullo—Perdonenme, pero tengo que ir a ayudarlo.

Y se encaminó hacia los escalones de piedra a una velocidad asombrosa.

— Creía que estabas con Teddy en casa de tu madre — le comentó Harry a Tonks.

— No podía soportarlo. Necesitaba saber... — Estaba muy angustiada— Mi madre cuidará de él ¿Has visto a Remus?

— Creo que planeaba llevar a un grupo de combatientes a los jardines...

Tonks no dijo nada más y se marchó a toda prisa.

— Ginny —dijo entonces Harry—, lo siento, pero tú también tendrás que irte, pero sólo un rato. Luego podrás volver.

Ginny recibió encantada la orden de abandonar su refugio.

— ¡Luego has de volver! —insistió _____ mientras la chica subía corriendo la escalera, detrás de Tonks—¡Tienes que volver Weasley!

—¡Espera un momento! —dijo de pronto Ron — ¡Se nos olvidaba alguien!

—¿Quién? —preguntó Hermione.

— Los elfos domésticos. Deben de estar todos en la cocina, ¿no?

—¿Quieres decir que deberíamos ir a buscarlos para que luchen de nuestro lado? —preguntó _____

—No, no es eso —respondió Ron, muy serio— Pero deberíamos sugerirles que abandonen el castillo no queremos que corran la misma suerte que Dobby ¿verdad? No podemos obligarlos a morir por nosotros.

En ese instante se oyó un fuerte estrépito Hermione había soltado los colmillos de basilisco que llevaba en los brazos. Corrió hacia Ron, se le echó al cuello y le plantó un beso en la boca. El chico soltó también los colmillos y la escoba y le devolvió el beso con tanto entusiasmo que la levantó del suelo.

—¿Les parece que es el momento más oportuno? —preguntó _____ con un hilo de voz, y como no le hicieron ni caso, sino que se abrazaron aún más fuerte y se balancearon un poco, les gritó

— ¡Eh! ¡Que estamos en guerra!

Ambos se separaron un poco, pero siguieron abrazados.

—Ya lo sé, colega —dijo Ron con cara de atontado, como si acabaran de darle en la cabeza con una bludger—Precisamente por eso. O ahora o nunca, ¿no?

— No lo digas porque voy a querer decir todos mis secretos

— ¡Piensa en el Horrocrux! —le soltó Harry—¿Crees que podrás aguantarte hasta que consigamos la diadema?

—Sí, claro, claro. Lo siento —se disculpó Ron, y con Hermione, ambos ruborizados, se ocuparon de recoger los colmillos del suelo

Cuando llegaron al pasillo de arriba, comprobaron que en los pocos minutos que habían pasado en la Sala de los Menesteres la situación en el castillo había empeorado las paredes y el techo retemblaban más que nunca había mucho polvo suspendido en el aire y a través de la ventana más cercana, _____ vio estallidos de luz verde y roja muy cerca de la planta baja del castillo, lo que indicaba que los mortífagos estaban a punto de entrar en el edificio.

Miró entonces hacia abajo y vio pasar a Grawp, el gigante, quien bramaba enfurecido y blandía una gárgola de piedra desprendida del tejado.

—¡Espero que aplaste a bastantes mortífagos! — comentó Ron, y volvieron a resonar gritos cercanos

—¡Mientras no sean de los nuestros! —dijo una voz.

Harry se volvió y vio a Ginny y Tonks, ambas varitas en mano, apostadas en la ventana más próxima, a la que le faltaban varios cristales. Ginny lanzó un certero hechizo a un grupo de combatientes que intentaba entrar en el castillo.

—¡Bien hecho! —rugió una figura que corría hacia ellos a través de una nube de polvo, y _____ vio de nuevo a Aberforth, con el canoso cabello alborotado, guiando a un reducido grupo de alumnos — ¡Parece que están abriendo una brecha en las almenas del ala norte! ¡Se han traído a sus gigantes!

—¿Has visto a Remus? —le preguntó Tonks.

—¡Estaba peleando con Dolohov! —gritó Aberforth—¡No lo he visto desde entonces!

—Seguro que está bien, Tonks —la tranquilizó Ginny— Seguro que está bien...

Pero la bruja se había lanzado ya hacia la nube de polvo, detrás de Aberforth.

Ginny, impotente, se volvió hacia Harry, ______  Ron y Hermione.

—No les pasará nada — dijo _____, aunque sabía que sólo eran palabras de consuelo—. Volverán enseguida, Ginny. Tú apártate y quédate en un lugar seguro. ¡Vamos! —les dijo a sus  amigos, y se fueron a toda velocidad hacia el trozo de pared detrás del cual la Sala de los Menesteres los esperaba para ofrecerles una nueva respuesta a
sus necesidades

Necesito el sitio donde se esconde todo le suplicó Harry mentalmente, y la puerta se materializó una vez que los chicos hubieron pasado tres veces por delante.

El fragor de la batalla se apagó en cuanto traspusieron el umbral y cerraron la puerta detrás de ellos todo quedó en silencio.

The Magic Love  [Draco Malfoy Y Tu] Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt