Capítulo 57

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[Editado]

— Muy bien, señor Potter... Le he ofrecido la posibilidad de contármelo voluntariamente y la ha rechazado. No tengo otra alternativa que obligarlo. Draco, ve a buscar al profesor Snape.

Draco miró a _____ mientras la bajaba sentandolo en una de las sillas y se guardó la varita de Harry en el bolsillo de la túnica y salió del despacho con la sonrisa en los labios, pero Harry apenas se fijó en él.

En aquel momento, en el despacho sólo se oían los inquietos movimientos y los forcejeos de Ron y sus compañeros, a los que los alumnos de Slytherin intentaban
dominar.

A Ron le sangraba el labio y estaba manchando la alfombra de la profesora Umbridge mientras intentaba librarse de la llave que le hacía Warrington en el cuello Ginny, por su parte, trataba de pisarle los pies a la alumna de sexto que la agarraba con fuerza por ambos brazos; Neville cada vez estaba más morado e intentaba soltarse del cuello los brazos de Crabbe y Hermione procuraba en vano apartar a Millicent Bulstrode.

Luna, en cambio, estaba de pie junto a su captora, sin oponer resistencia, y miraba distraídamente por la ventana como si todo aquello la aburriera muchísimo.

Harry volvió a mirar a la profesora Umbridge, que lo observaba atentamente. Sin embargo, él mantuvo una expresión insondable cuando se oyeron pasos que se acercaban por el pasillo y Draco entró de nuevo en el despacho y le aguantó la puerta a Snape.

— ¿Quería verme, directora? — preguntó éste, y miró a las parejas de forcejeantes alumnos con un gesto de absoluta indiferencia.

— ¡Ah, profesor Snape! — exclamó la profesora Umbridge sonriendo de oreja a oreja y poniéndose de nuevo en pie — Sí, necesito otra botella de Veritaserum Cuanto antes, por favor.

— Le di la última botella que tenía para que interrogara a Potter — contestó Snape observándola con frialdad a través de sus grasientas cortinas de pelo negro—  No la
gastaría toda, ¿verdad? Ya le indiqué que bastaba con tres gotas.

— Supongo que podrá preparar más, ¿no? — dijo, y su voz se volvió aún más infantil y dulce, como ocurría siempre que se ponía furiosa.

—Desde luego — contestó Snape haciendo una mueca con los labios— Tarda todo un ciclo lunar en madurar, así que la tendrá dentro de un mes.

--¿Un mes? -- chilló la profesora Umbridge inflándose como un sapo — ¿Un mes, ha dicho? ¡La necesito esta noche, Snape! ¡Acabo de encontrar a Potter utilizando mi chimenea para comunicarse con alguien!

— ¿Ah, sí? — dijo Snape, y por primera vez mostró interés y giró la cabeza para mirar a Harry — Bueno, no me sorprende. Potter nunca se ha mostrado inclinado a obedecer las normas del colegio.

Los fríos y oscuros ojos de Snape taladraron los de Harry, que le sostuvo la mirada sin pestañear concentrándose en lo que había visto en su sueño, con la esperanza de que Snape pudiera leerle la mente y comprendiera...

— ¡Quiero interrogarlo! — gritó la profesora Umbridge fuera de sí, y Snape dirigió la vista al enfurecido y tembloroso rostro de la directora — ¡Quiero que me proporcione una poción que lo obligue a decirme la verdad!

— Ya se lo he dicho — repuso Snape con toda tranquilidad — No me queda ni una gota de Veritaserum. A menos que quiera envenenar a Potter, y le aseguro que si lo hiciera yo lo comprendería, no puedo ayudarla. El único problema es que la mayoría de los venenos actúan tan deprisa que la víctima no tiene mucho tiempo para confesar

Snape giró de nuevo la cabeza hacia Harry, que seguía mirándolo fijamente para intentar comunicarse sin palabras.

— ¡Se niega a colaborar! ¡Me ha decepcionado, profesor Snape, Lucius Malfoy siempre habla muy bien de usted! ¡Salga inmediatamente de mi despacho!

The Magic Love  [Draco Malfoy Y Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora