Capítulo 68

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[Editado]

—Ahora —continuó Snape— Se colocaréan por parejas. Uno de ustedes intentará embrujar al otro, pero sin hablar, y el otro tratará de repeler el embrujo, también en silencio... Pueden empezar.

Aunque Snape no lo sabía, el curso anterior Harry había enseñado a realizar el encantamiento escudo al menos a la mitad de sus compañeros

Sin embargo, ninguno de ellos había lanzado el encantamiento sin hablar. Así pues, los alumnos pusieron manos a la obra. Muchos optaron por hacer trampas y pronunciaban el conjuro quedamente en lugar de a viva voz.

Draco y _____ se miraban uno frente al otro con una sonrisa en sus labios cuando ella había logrado repeler en completo silencio el embrujo piernas de gelatina que Draco había pronunciado en voz baja, la chica había lanzado uno al rubio el cual había repelido el hechizo el cual estrelló en la pared a su lado

Los presentes habían dirigido su mirada a ambos quienes lanzaban hechizos y después contra atacaban en completo silencio retrocediendo en muchas ocaciones mientras Snape y Harry miraban a ambos con atencion

Sin embargo evitaba mantener la mirada en ellos concentrándose en Harry y Ron

—Patético, Weasley —sentenció Snape al cabo de un rato— Aparta, deja que te enseñe…

El profesor sacudió su varita en dirección a Harry tan deprisa que el muchacho reaccionó de manera instintiva y olvidando que estaban practicando hechizos no verbales, gritó

—¡Protego!

Su encantamiento escudo fue tan fuerte que Snape perdió el equilibrio y se golpeó contra un pupitre. La clase en pleno se había dado la vuelta y vio cómo Snape se incorporaba, con el entrecejo fruncido a lo cual ____ y Draco se miraron

—¿Te suena por casualidad que les haya mandado practicar hechizos no verbales, Potter?

—Sí —contestó fríamente.

—Sí, «señor» —lo corrigió Snape.

—No hace falta que me llame «señor», profesor —replicó Harry impulsivamente.

Varios alumnos soltaron grititos de asombro, entre ellos Hermione. Sin embargo, Ron, Dean y Seamus, que estaban detrás de Snape, sonrieron en señal de apreciación mientras Draco y ____ negaban

—Castigado. Te espero en mi despacho el sábado después de cenar —dictaminó Snape—. No acepto insolencias de nadie, Potter. Ni siquiera del «Elegido».

Cuando llegaron al pasillo, comprobaron que tan sólo una docena de alumnos iban a cursar el nivel de ÉXTASIS.

Crabbe y Goyle no habían conseguido la nota mínima requerida en sus TIMOS, pero otros cuatro alumnos de Slytherin sí la habían alcanzado, entre ellos Draco y _____ También había cuatro alumnos de Ravenclaw y uno de Hufflepuff, Ernie Macmillan, que a Harry le caía bien pese a su ampulosa manera de hablar cuando se abrió la puerta de la mazmorra y la barriga de Slughorn salió por ella precediéndolo.

Mientras los alumnos entraban en fila en el aula, el enorme bigote de morsa de Slughorn se curvó hacia arriba debido a la radiante sonrisa del profesor, quien saludó con especial entusiasmo a Harry y Zabini.

La mazmorra ya estaba llena de vapores y extraños olores, lo cual sorprendió a los alumnos. Harry, Ron y Hermione olfatearon con interés al pasar por delante de unos grandes y burbujeantes calderos.

Los alumnos de Slytherin se sentaron juntos a una mesa, y lo mismo hicieron los cuatro de Ravenclaw.  Eligieron la que estaba más cerca de un caldero dorado que rezumaba uno de los aromas más seductores que ____ había inhalado jamás: una extraña mezcla de Menta, y un ligero olor a tierra mojada sin ignorar el pergamino junto al cuero le parecía haber olido en la Mansión Malfoy.

Se dio cuenta de que respiraba lenta y
acompasadamente y que los vapores de la poción se estaban propagando por su cuerpo como si fueran una bebida. La embargó una gran satisfacción y miró sonriendo a Draco, que le devolvió una sonrisa

—Muy bien, muy bien —dijo Slughorn, cuyo colosal contorno oscilaba detrás de las diversas nubes de vapor— Saquen las balanzas y el material de pociones, y no olvidén los ejemplares de Elaboración de pociones avanzadas…

—Muy bien —dijo, y regresó al fondo de la clase hinchando el pecho, ya muy abultado, hasta tal punto que los botones del chaleco amenazaron con desprendérsele — He preparado algunas pociones para que les den un vistazo. Es de esas cosas que deberían poder hacer cuando hayán terminado el ÉXTASIS. Seguro que habran oído hablar de ellas, aunque nunca las hayán preparado. ¿Alguien puede decirme cuál es ésta?

Señaló el caldero más cercano a la mesa de Slytherin. Harry se levantó un poco del asiento y vio que en el cacharro hervía un líquido que parecía agua normal y corriente.

—Es Veritaserum, una poción incolora e inodora que obliga a quien la bebe a
decir la verdad —contestó _____

—¡Estupendo, estupendo! —la felicitó el profesor, muy complacido— Esta otra — continuó, y señaló el caldero cercano a la mesa de Ravenclaw— es muy conocida y últimamente aparece en unos folletos distribuidos por el ministerio. ¿Alguien sabe…?

—Es poción multijugos, señor —dijo.
Harry también había reconocido la sustancia, que borboteaba con lentitud y tenía una consistencia parecida a la del lodo, pero no le molestó que Hermione contestara una vez más al profesor; al fin y al cabo, era ella quien había conseguido prepararla en su segundo año en Hogwarts.

—¡Excelente, excelente! Y ahora, esta de aquí… ¿Sí, querida? —dijo Slughorn mirando con cierto desconcierto a Hermione, que volvía a tener la mano levantada.

—¡Es Amortentia!

—En efecto. Bien, parece innecesario preguntarlo —dijo Slughorn, impresionado — pero supongo que sabes qué efecto produce, ¿verdad?

—Es el filtro de amor más potente que existe —respondió Hermione.

—¡Exacto! La has reconocido por su característico brillo nacarado, ¿no?

—Sí, y porque el vapor asciende formando unas inconfundibles espirales — agregó ella con entusiasmo— Y se supone que para cada uno tiene un olor diferente,
según lo que nos atraiga. Yo huelo a césped recién cortado y a pergamino nuevo y a… —Pero se sonrojó un poco y no terminó la frase.

—¿Puedes decirme tu nombre, querida? —le preguntó Slughorn sin reparar en su bochorno.

—Me llamo Hermione Granger, señor.

—¿Granger? ¿Granger? ¿Tienes algún parentesco con Héctor Dagworth-Granger, fundador de la Rimbombante Sociedad de Amigos de las Pociones?

—No, me parece que no, señor. Yo soy hija de muggles.

Harry vio cómo Draco se inclinaba hacia Nott para decirle algo al oído y ambos reían por lo bajo. Slughorn sonrió radiante y miró a Harry, sentado al lado de Hermione.

— Dime Draco tu me diste un poco de esa pisión — La castaña acomodaba su cabello viendo al rubio con una sonrisa

— Oh si.... La agregue en tu almuerzo — Bromeó abrazando a la chica — Ya sabes para tenerte siempre conmigo

— Mmmm... Interesante Malfoy — susurro la chica en los labios del rubio para luego separarse y mirar al profesor

—¡Aja! ¡«Una de mis mejores amigas es hija de muggles y es la mejor alumna de mi curso»! Deduzco que ésta es la amiga de que me hablaste, ¿no, Harry?

—Sí, señor.

—Vaya, vaya. Veinte bien merecidos puntos para Gryffindor, señorita Granger — concedió afablemente Slughorn.

Draco puso la misma cara que la vez que Hermione le pegó un puñetazo en la cara

The Magic Love  [Draco Malfoy Y Tu] Where stories live. Discover now