Capítulo 88

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[Editado]

A las tres en punto de la tarde del día Harry, Ron, Fred y George se plantaron frente a la gran carpa blanca, montada en el huerto de árboles frutales, esperando a que llegaran los invitados de la boda.

Los chicos tenían en la mano un plano de la disposición de los asientos, para ayudar a los invitados a encontrar su sitio.

Hacía una hora que había llegado una
cuadrilla de camareros, ataviados con túnicas blancas, y una orquesta cuyos miembros vestían chaquetas doradas y ahora todos esos magos se hallaban sentados bajo un árbol cercano, envueltos en una nube azulada de humo de pipa.

Desde la entrada de la carpa se veían en su interior hileras e hileras de frágiles sillas, asimismo doradas, colocadas a ambos lados de una larga alfombra morada y los postes que sostenían la carpa estaban adornados con flores blancas y doradas. Fred y George habían atado un enorme ramo de globos sobre el punto exacto donde Bill y Fleur se convertirían en marido y mujer

En el exterior, las mariposas y abejas revoloteaban perezosamente sobre la hierba y el seto.

—Cuando yo me case —dijo Fred tirando del cuello de su vestido —,no armaré tanto jaleo. Podrán vestirse como les apetezca, y le haré una maldición de inmovilidad total a nuestra madre hasta que haya terminado todo.

— Bueno me encantará ver esa boda... Espero sea épica... — ____ le sonreía al chico

— Magnífica, si quieres puedes ser la novia — la castaña sonrío mientras Fred le guiñaba el ojo

— Si me invitas a bailar está noche talvez lo piense seriamente

Unos personajes vestidos con llamativas ropas multicolores iban apareciendo, uno a uno, por el fondo del patio.

Pasados unos minutos, ya se había formado una procesión que serpenteó por el jardín en dirección a la carpa. En los sombreros de las brujas revoloteaban flores exóticas y pájaros embrujados, mientras que preciosas gemas destellaban en las corbatas de muchos magos.

A medida que se aproximaban, el murmullo de voces emocionadas fue intensificándose, hasta ahogar el zumbido de las abejas.

—Estupendo me ha parecido ver algunas primas veelas —comentó George estirando el cuello para ver mejor—Necesitarán ayuda para entender nuestras costumbres inglesas yo me ocuparé de ellas.

—No corras tanto, Desorejado —replicó Fred y, pasando rápidamente junto al grupo de brujas de mediana edad que encabezaban la procesión, indicó a un par de guapas francesas

— Por aquí... Permettezmoi assister vous. —Las chicas rieron y se dejaron acompañar al interior de la carpa.

— Valla que son discretos chicos — la castaña soltó una pequeña risa

—Eh, ¿qué hay? —dijo una voz conocida cuando _____volvió a salir de la carpa Lupin y Tonks, que se había teñido de rubio para la ocasión, presidían la cola— Arthur nos ha chivado que eras el del pelo rizado Perdona lo de anoche —añadió la bruja en voz baja cuando Harry enfiló con ellos el pasillo— Últimamente, el ministerio no se muestra muy amable con los hombres lobo, y creímos que nuestra presencia no te beneficiaría.

—No se preocupén, ya me hago cargo —repuso ____ dirigiéndose más a Remus que a Tonks.

Lupin compuso una sonrisa fugaz, pero cuando ____ se separó de ellos, vio que el semblante se le ensombrecía de nuevo.

Harry regresó a toda prisa a la entrada y encontró a Ron hablando con un mago de aspecto sumamente excéntrico un poco bizco, de pelo cano, largo hasta los hombros y de una textura semejante al algodón de azúcar, llevaba un birrete cuya borla le colgaba delante de la nariz y una túnica de un amarillo que hería la vista de la cadena que le colgaba del cuello pendía un extraño colgante que simbolizaba una especie de ojo triangular.

—Xenophilius Lovegood —se presentó tendiéndole la mano a Harry y luego miró a la chica— mi hija y yo vivimos al otro lado de esa colina. Los Weasley han sido muy amables invitándonos.

— ¿No ha venido con usted luna? —la castaña lo miró

—Sí, sí, pero se ha entretenido en ese precioso jardincillo saludando a los gnomos. ¡Qué maravillosa plaga! Muy pocos magos se dan cuenta de lo mucho que podemos aprender de esas sabias criaturas, cuyo nombre correcto, por cierto, es Gernumbli gardensi.

— Los nuestros saben unas palabrotas excelentes —comentó Ron— pero creo que se las han enseñado Fred y George. —A continuación acompañó a un grupo de magos a la carpa, y en ese momento llegó Luna

—¡Hola, Harry _____ que maravilla verte! —saludó.

— Hola luna luces hermosa hoy — la castaña la miro

Luna llevaba una túnica igual que la de su padre y, como complemento, un gran girasol en el pelo. Cuando uno lograba acostumbrarse al resplandor de su atuendo, el efecto general resultaba agradable; al menos no llevaba rábanos colgando de las orejas...

Xenophilius, enfrascado en una conversación con un conocido suyo, no oyó el diálogo entre Luna y Harry; poco después se despidió de su amigo y se volvió hacia su hija, que levantó un dedo y dijo

—¡Mira, papá! ¡Uno de esos gnomos me ha mordido y todo!

—¡Qué maravilla! ¡La saliva de gnomo es sumamente beneficiosa, hija mía! —exclamó el señor Lovegood, tomando el dedo que Luna le mostraba, y examinó los pinchazos sangrantes—Luna, querida, si hoy sintieras nacer en ti algún talento quizá un irresistible impulso de cantar ópera o declamar en sirenio, ¡no lo reprimas! ¡Es posible que los Gernumblis te hayan obsequiado con un don!

En ese momento Ron pasaba por su lado en la dirección opuesta, y soltó una risotada.

—Ron quizá lo encuentre gracioso —comentó Luna con serenidad, mientras Harry los acompañaba hasta sus asientos—, pero mi padre lleva años estudiando la magia de los Gernumblis.

—¿En serio? —Hacía mucho tiempo que había decidido no contradecir las peculiares opiniones de Luna y su progenitor—. Oye, ¿seguro que no quieres ponerte algo en esa mordedura?

—No, no es nada, de verdad —repuso ella chupándose el dedo con aire soñador y mirando a Harry de arriba abajo—. ¡Estás muy elegante! Ya le advertí a papá que la mayoría de la gente vestiría túnica de gala, pero él cree que a las bodas hay que ir vestido de los colores del sol. Ya sabes,
da buena suerte.

Luna fue a sentarse con su padre, y entonces reapareció Ron con una bruja muy anciana cogida de su brazo. La picuda nariz, los párpados de bordes rojizos y el sombrero rosa con plumas le conferían el aspecto de un flamenco enojado.

—...y tienes el pelo demasiado largo, Ronald; al principio te he confundido con Ginevra. ¡Por las barbas de Merlin! ¿Cómo se ha vestido Xenophilius Lovegood? Parece una tortilla. ¿Y tú quién eres? — le espetó a _____

— _____ Potter soy amiga de la familia Weasley — miro por lo alto una cabellera platinada

— Por dios es una de los gemelos — dijo maravillada

— Si la misma... Si me permite en un rato iré a verla tengo mas cosas que hacer

La castaña había mirado a Ron y luego comenzó a caminar

— Necesito subir a la recamara no tardo — la chica tomó la falda de su vestido y camino a la parte de atrás de la casa mirando alrededor — ¿ Qué haces aquí? ¿Vienes a matarme en plena boda?

— me enteré que quemaste mi regalo de cumpleaños... Tuviste la gentileza de reenviar cenizas

— ¿Querías más ?... Largate... Porque no se que harán todos si te ven aquí después de lo que me hiciste...

— Luces linda con mi vestido y los zapatos de mamá y todo lo que te enviamos..

— Puedo devolverlo si lo deseas Draco... No tengo inconvenientes — la castaña lo miraba seriamente

— Conservarlo luces magnífica ____ — le regalo una sonrisa y se acercó a ella notando la varita de la chica — intensa ¿Me tenés?

— Acaso querías un beso Draco... Te quiero lejos ahora... Simplemente no quiero verte

The Magic Love  [Draco Malfoy Y Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora