𝗜𝗻𝘀𝘁𝗮𝗴𝗿𝗮𝗺 ➳ 𝗖.𝗘𝘃𝗮𝗻𝘀

𝟏𝟏𝟗

Morgan's POV

Hoy, viernes, habíamos quedado Ross y yo para ir a ver a Jade y pasar tiempo con ella ya que Tom muchas veces estaba grabando nuevos proyectos.

Llamamos a la puerta y una contenta Jade nos abrió dejándonos pasar. La casa era de mi hermana pero Tom vivía allí también junto con su perra Tessa. Nos acomodamos en el sofá y decidimos sacar algo de beber y comer mientras Jade nos contaba anécdotas sobre el tour.

—Y entonces apareció Sean en el escenario delante de todos los fans porque se había equivocado. —chilló mi hermana riéndose muy fuerte. Nosotros también reímos y Jade se levantó disculpándose para ir al baño un momento.

Ross y yo nos miramos pensando en que ese era el mejor momento de contarle a Jade lo de mamá. Yo suspiré y me pasé la mano por el pelo.

—No sé Ross... ¿Tú crees que ahora es el momento adecuado? Jade está súper contenta con que hayamos venido a verla y contándonos cosas del tour, no quiero hacer que se sienta mal. —susurré para que mi hermana no nos oyera.

—Se va a sentir peor si se entera más tarde. Morgan, hace ya tres semanas de su ingreso en hospital, dijimos que a la vuelta del tour le íbamos a contar todo. Lo prometiste.

Yo asentí semi convencida por las palabras de mi hermano y me preparé mentalmente como se lo íbamos a contar a Jade.

—¿Cómo que un ingreso en el hospital? ¿De quién?

Mi hermana apareció por detrás nuestro con cara preocupada y suspiré pesadamente mientras Ross se golpeaba en la cara. Me levanté del sofá al igual que mi hermano e intentamos explicarle con calma.

—¿¡Estáis mal de la cabeza?! ¡Porqué no me dijisteis nada! —gritó Jade desesperada.

—Tranquila, está bien, o eso dijeron los médicos la última vez que fui a verla. Tiene un tubo para que pueda respirar y los médicos tienen esperanzas de que despierte. —habló calmadamente Ross. Jade se sentó en el sofá cubriendo su cara con la mano.

—Acordamos que siempre nos contaríamos todo. Pensaba que lo habíais entendido.

—Jade... Si no lo hicimos fue porque aún estabas de tour y no queríamos hacerte sentir mal. Necesitabas toda la concentración para los conciertos y pasarlo bien con tus amigas. Si te lo hubiéramos dicho en el momento en el que lo supimos seguro que te hubieras cogido un billete de avión hasta Nueva York. —dije con esperanza de que lo entendiera.

—Pues si, eso es exactamente lo que hubiera hecho. Habría dejado de asistir a unos cuantos tours para ver a mi madre ingresada en un hospital por sobredosis batiéndose entre la vida y la muerte.

—Lo sentimos Jade. —dijo Ross.

Ella nos miró pero no sabía si era una mirada de tristeza, enfado o decepción.

—Necesito estar sola, ¿Podéis iros por favor? —suspiró.

Ross y yo nos quedamos atónitos.

—Jade, entiende que era por tu bien y seguridad. —comenté yo con un nudo en la garganta. No me gustaba ver a Jade tan seria, ella no era así la mayoría del tiempo.

—Y yo quiero que vosotros entendáis que también es mi madre. Una madre que apenas he visto porque cuando nacisteis vosotros yo tuve que hacer las cosas sola y depender de mi misma. Llevo casi diez años sin verla porque decidió vivir su vida con un hombre que no la trata bien y ahora está en el hospital con tubos por todo el cuerpo y ni siquiera sé si volveré a hablar con ella porque los dos decidisteis guardarlo para vosotros y no contármelo. Quizás ahora sea tarde ya, así que por favor os lo pido, salir de mi casa. Ya hablaremos otro día. —mi hermana se levantó acompañándonos hasta la puerta y, una vez que estuvimos fuera, la cerró detrás nuestro.

Los dos suspiramos y nos dimos un abrazo antes de irse cada uno por un lado hasta casa. Necesitaba descansar y pensar que íbamos a hacer ahora ya que Jade no perdonaba tan fácilmente.