𝟏𝟓𝟐

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Morgan's POV


Mi reloj marcó las 8:00 am, y tras dar muchas vueltas en la cama durante toda la noche, me levanté decidida a salir a correr para liberar el estrés generado ayer por la pelea.

El frío de la mañana me golpeaba en la cara pero me dio igual, así que comencé a correr alrededor de los bosques más cercanos a la casa de Chris.

Cuando llevaba media hora vi a lo lejos a un grupo de personas que se acercaban a mi. Reduje el paso para ver bien quienes eran y ellos enseguida sacaron una cámara de la nada y un hombre comenzó a hacerme varias preguntas sobre mi estado por el fallecimiento de mi madre. Me disculpé y comencé a correr lejos pero ellos me seguían por detrás. Más periodistas se acercaron y terminaron rodeándome impidiendo que continuara con mi camino. Agobiada e intentando esconderme entré en casa y cerré la puerta de golpe dejando a todos los periodistas cotillas atrás, me estaba empezando a agobiar el hecho de tener que esconderme sin poder vivir una vida normal y todo para no ser acosada.

Cuando ya me calmé un poco más y el ruido afuera se había disipado, vi a Chris saliendo de la cocina lentamente y se paró a lo lejos con sus brazos cruzados y una mirada sería fija en mí.

—¿Dónde estabas? —su voz ronca de las mañanas inundó la silenciosa habitación.

—Corriendo. ¿Ahora tampoco puedo salir de casa a liberar estrés? —miré a mi alrededor y me puse a la defensiva cansada de la actitud de Chris.

—Depende de cómo liberes ese estrés fuera de casa. —susurró él pero pude oírle a la perfección.

Me quedé callada con el ceño fruncido intentando entender a qué se refería y me puse recta en cuanto lo entendí.

—Dios mío... Sí que tienes que odiarme para dudar de mi de esa manera. —me acerqué unos pasos hacia él pero aún manteníamos cierta distancia. —¿¡Cómo puedes creer que me iría con Luke a hacer otro tipo de cosas!? —le miré perpleja y mi corazón comenzó a latir rápido.

—Ya no sé que esperar de ti. —su voz seguía sonando seca y sería.

—¿¡Tú te estás escuchando a ti mismo!? Suenas ridiculo Chris. —escupí esas palabras.

Él no dijo nada y me estaba dando a entender cómo quería que fueran las cosas.

—Te estás comportando como un completo idiota. —hice una pausa mostrando mi desacuerdo. — Yo tampoco sé que esperar de ti, Chris, ya no te reconozco. Pensaba que podríamos arreglar las cosas, pero estas siendo igual de irracional que ayer en la cena.

—Estas cosas no se arreglan de la noche a la mañana.

—Ya, me he dado cuenta, y nunca lo harán porque tú no pones de tu parte y yo así no puedo seguir. —me di la vuelta y subí las escaleras hasta la habitación y allí saqué una maleta y comencé a meter toda mi ropa y mis pertenencias. Estaba decidido que no quería pasar más tiempo allí, mi salud mental se estaba yendo a la mierda por su culpa y no lo iba a permitir.

Cuando el equipaje necesario estaba listo bajé por las escaleras de nuevo y Chris estaba sentado en el respaldo del sofá con la cabeza baja. La levantó en cuanto me vio de nuevo con él pero yo ya tenía una mano en el pomo de la puerta.

—¿A dónde vas? —su voz cambió de tono y ahora se le notaba preocupado y abatido. Se levantó y dio dos pasos hasta mí acortando una distancia que hacía tiempo que desconocíamos.

—He tomado una decisión y sé que es la mejor, al menos por el momento. —miré directamente a sus ojos e intenté no dejar que mis emociones me llevaran por el mal camino. —Necesito espacio para pensar y creo que tú también. Pero no te preocupes, no voy a ver a mi ex ni a hacer nada que te haga sospechar de mi. —la rabia y la tristeza me terminaron por consumir y alguna lágrima rodó por mi mejilla exponiéndome.

Gire el pomo de la puerta dispuesta a salir pero la gran mano de Chris me lo impidió y por un momento tuve miedo de que tampoco me dejase ir, aunque en lo más profundo de mi quería que me detuviese en ese mismo instante y me dijera que lo nuestro iba a estar bien. Pero me temía que ese no fuera el desenlace de la situación en realidad.

—Vete si lo necesitas, no te voy a detener. Creo que lo mejor es que pasemos tiempo separados. —dijo Chris en voz baja y sin ningún ánimo en sus palabras.

Nuestras miradas se juntaron y sabía que debía irme de allí antes de que me rindiera ante los pies de un hombre que había dudado de mi, su novia y mejor amiga. No me estaba haciendo bien el quedarme y esas palabras me rompieron más de lo que ya estaba causando que toda la tristeza que llevaba dentro saliera justo enfrente de Chris.

Con lágrimas y la ansiedad a punto de manifestarse en mi, hablé una última vez captando su atención.

—Cuando te dignes a pensar en lo que has hecho mal entonces deberás salir a buscarme porque ten en cuenta que yo no pienso volver.

Finalmente abrí la puerta dejando atrás al que había sido mi confidente, compañero y apoyo por meses además de demasiados viejos recuerdos que no podría olvidar ni aunque quisiera, porque ese era el problema, que aunque corriera no iba a poder escapar de él.

𝗜𝗻𝘀𝘁𝗮𝗴𝗿𝗮𝗺 ➳ 𝗖.𝗘𝘃𝗮𝗻𝘀 Where stories live. Discover now