| ADVERTENCIA: smut |
Después de lo ocurrido en Endgame, nadie es igual, especialmente Heather Potts, cuya vida dará un giro completo al regresar del Chasquido y darse cuenta que sus padres han muerto.
Asistir a una secundaria llena de idiotas y...
—Tengo información sobre una posible ubicación de Heather.—al decirlo, todos la observaron atentamente.—Y está relacionada con la empresa competencia de Stark Industries: Oscorp.
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Nico soltó un suspiro antes de mostrarle la tarjeta de entrada, que su hermano le regaló hace un mes y nunca le devolvió, al guardia de seguridad. Este asintió y dejó al chico de rulos pasar al gran edificio de Oscorp. Estresados y apurados trabajadores caminaban de un lado a otro. Parecía que habían contratado a más personas, pero no estaba seguro. Al pasar cerca del secretario principal, ocultó el rostro para evitar ser reconocido. ¿Cuál era el plan? Ninguno. Sólo se infiltraría e intentaría buscar pruebas de que su padre y/o su hermano Harry estaban relacionados con el secuestro de Heather. No le dijo a MJ, pero Nico no lo veía posible. Lo más malvado que ellos podían hacer (además de abandonar a su madre y a él) era tener un error ortográfico en un contrato con alguna empresa.
Nico se mezcló con un grupo de personas que entraban al elevador e intentó recordar dónde quedaba la oficina de sus dos familiares. Una mano entre las puertas del elevador detuvo que se moviera. Al chico se le cortó la respiración y se escondió tras un empleado cuando su hermano, con una gran sonrisa cordial, entró. Escuchó el suspiro de algunas chicas al verlo y el nerviosismo de todos al estar tan cerca del hijo del dueño de la empresa.
—¿Una dona?—le ofreció a una chica de baja estatura y rostro redondo.
—Eh... sí sí.—aceptó, sonriéndole ampliamente.
Nico debía planear algo en ese instante. Si varios salían al mismo tiempo, su hermano lo reconocería y, sinceramente, no sabía que excusa dar.
Y sus terrores se cumplieron cuando, al bajar al subsuelo 2, todos avanzaron para salir. Rápidamente ideó un plan y salió ocultando su rostro con su gorro. Esperó a que cada uno se alejara a su respectivo puesto y vio en la pantalla sobre las puertas del elevador como los números cambiaban mientras su hermano bajaba hasta su destino.
—¿9?—susurró impactado. No pensaba que se pudieran crear tantos suelos subterráneos.
Miró a su alrededor en busca de alguna escalera de evacuación que podría llevarlo hasta su hermano cuando notó algo... Un gran calendario en la pared tenía circulado el día siguiente (domingo) y con gordas letras rojas decía "DÍA DE LA MANIFESTACIÓN".
Nicholas frunció el ceño, confundido. Sacó su celular, disimuladamente le tomó una foto y se la mandó a MJ.
—Mierda.—susurró al ver la barra de "Sin Conexión". Alzó la mirada y notó que habían pocas personas. ¿Qué harían ahí abajo? Ni siquiera tenían Wi-Fi.
