Un año para recordar. (Rubius)

Capítulo 3.

-Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento - repito una y otra vez mientras conduzco.

-Mamá tranquila.

-Lo siento Noah, yo no sabía que Lucas estaba fuera de la ciudad, lo siento tanto hijo, yo...

-¡Ya entendí vale! Tranquila - me sonríe intentando calmarme, pero sé que está molesto.

-Lo siento - digo.

-¡Ya!

-Vale, ya... Lo siento - esta vez, inconscientemente.

-¡Mamá! - reímos.

Llegamos a casa totalmente cansados, en especial yo. No lo llevé a sus clases de fútbol ya que se le había hecho tarde, y sé que faltar a una clase le hace enojar, y mucho.

Ama ese deporte. Así que decidí compensarlo llevándolo al partido del Real Madrid contra el Barca, el sábado al medio día.

Mi hijo es fanático del fútbol, y más fanático del Real Madrid. Yo soy más del Barcelona aunque no me guste mucho este deporte.

Apenas tocamos casa, él sale corriendo hacia su consola para jugar toda la tarde. Pero lo detengo.

-¿Qué crees que estás haciendo? Tienes deberes que hacer - lo riño y hace morritos.

-Mamá... ¿no los puedo hacer mañana? - pregunta poniendo ojitos de cachorrito, pero conmigo no funcionan.

-Te estás jugando el partido del Real Madrid hijo... - me mira horrorizado -Si no haces tus deberes, no irás al...

-¡Voy! - grita y corre hacia su habitación.

Me río y me voy a la cocina a preparar la cena.

(...)

Sábado.

Bendito día de la semana y lo mejor de todo: hoy no trabajo.

Puedo dormir hasta la hasta las 5 de la tarde si quiero, pero como siempre, nunca puedo hacer lo que se me da la gana.

Podría estar dormida ahora y recuperar mis horas de sueño, pero mi móvil no deja de sonar.

Quien sea que fuera tiene mi odio para toda la vida.

Ni siquiera tengo fuerzas para levantar el brazo, estirarlo hacia la mesita y coger el puto aparato.

Viva la vagancia.

Estuve un buen rato si decidir o no en coger el móvil, ya que puede ser una emergencia y yo aquí como gilipollas pensando en seguir durmiendo o... puede ser uno de esos putos mensajes de Movistar en lo que te avisan que te has quedado sin crédito.

No lo sé, pero por las dudas lo cojo.

Como sea un puto mensaje de Movistar, verás...

Esclava de babosa: LeeA, tendrías el historial de la revista de la semana pasada?

Babosa: No te olvides de los papeles para la entrevista del lunes, Russo, y tampoco olvides como comportarte.

Es increíble que empiecen a tocarme los cojones tan temprano.

¿Que quiénes son? Pues, mis jefas, más bien... Babosa lo es, la otra solamente es su perrito faldero. Babosa se llama Romina, mientras que su perrito: Milena.

Siempre, todo el día pidiéndome cosas: que trabaje, y yo trabajo... que archive esto, y yo lo archivo... que fotografíe a tal famoso, yo voy y lo hago.

No hay un puto día en la semana en la que no me pidan algo.

Lee: Te recuerdo por décima vez que no soy yo quien tiene ese historial tengo, es Natalia quien lo tiene.