Hesitate |Getaway Car #2|

30

Dove

Después de que Sofia se fuera, llamé a mi doctora para concertar una cita y saber que todo salió como debería, la cita quedó programada para este viernes. En el cumpleaños de Sofia, no estaba segura de si le pediría que me acompañara, la noche anterior no pudimos hablar para nada, pero se había sentido bien pasar la noche con ella, y no de una manera sexual como solía serlo, sino que esta vez era una sensación de calor de hogar, como si una parte de mi fuera complementada.

Recogí un poco la basura que habíamos dejado en la sala cuando Sofia tuvo que salir corriendo a su casa y unos 15 luego de que termine mi labor eran poco más de las 6 a.m., y aún tenía bastante sueño, obviamente no iría a la universidad, así que subí las escaleras hacia mi habitación para tener unas horas más de sueño.

Chloe: Sof, voy a dormir por un rato, si planeas venir por favor llámame antes.

No esperé por una respuesta, simplemente me dejé caer sobre mi colchón y me quedé completamente dormida en unos segundos.

Sofia estaba sentada frente a mí con un latte en sus manos. El ambiente era frio, bastante, ya que casi era Navidad. Su mirada era difícil de descifrar, podía notar que había algo importante que quería decirme, pero no hacía nada, simplemente estaba mirándome fijamente.

-¿No vas a decir nada? -Pregunté. Ella se encogió de hombros. -Creo que deberíamos terminar. -Finalmente hablé yo, ya que ella parecía dar indicios de no querer hacerlo. Sofia me miró sin entender. -Tú estás en Nueva York desde hace meses con Katherine, y no es que me moleste, pero me hace sentir insegura...

-Otra vez tus celos sin fundamento. -La voz de Sofia sonaba fría y lejana, como si fuera un robot. -Sabes que yo nunca te engañaría... Te amo demasiado para hacerlo.

-Probablemente no debimos regresar... -Susurré.

-Tú misma lo dijiste, debes aprender a estar sola...

Esto era lo que teníamos que hablar antes de que ella se fuera. Pero no lo hicimos. Unas dos semanas después de mi aborto simplemente nos besamos, hicimos el amor y habíamos "regresado", pero eso no era lo correcto, aún seguíamos teniendo los mismos problemas de siempre.

Sofia me ocultaba cosas, yo la hostigaba para que me hablara y dejábamos de hablar durante días.

A lo lejos comencé a escuchar una melodía que reconocí al instante.

Era la canción que canté para Sofia en la fiesta de Booboo.

-¿Escuchas eso? -Susurré, con la esperanza de que ella también la escuchara.

-Es nuestra canción...

-¿De dónde proviene?

-De tu teléfono, te estoy llamando.

-¿Qué?

-Debes despertar y responderme o terminaremos en esta situación de nuevo...

Abrí los ojos de inmediato y miré a mi alrededor, estaba en mi habitación. Mi teléfono estaba entre las cobijas rogando que lo contestara.

Revisé la hora y era más de medio día, además de que tenía una llamada perdida de Sofia.

-Sof... -Susurré con alivio.