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Dove

En cuanto sus ojos estuvieron fijos en los míos podría jurar que mi pulso se detuvo por unos segundos. A lo lejos escuché que Hailee dijo que me esperaría en el auto, pero no estaba 100% segura, simplemente asentí.

-Daccarett...

-Steinfeld. -Dijo Sofia al momento que Hailee pasó a su lado. Ambas nos quedamos en silencio unos segundos que parecieron una eternidad.

A lo lejos podía escuchar una voz masculina que era la que rellenaba el incomodo silencio entre nosotras. Me dedique a escucharla unos segundos antes de regresar mi mirada hacia aquellos ojos castaños que terminaron conmigo el año pasado. Su mirada estaba un poco cristalina, como si estuviera a punto de llorar.

-¿Hace cuanto llegaste? -Susurré sin apartar mi mirada de ella.

-Unas dos semanas. -Respondió, esta vez mirándome con más intensidad.

-Y... ¿Qué tal estuvo Barcelona? -Sentía que el corazón estaba a punto de explotarme, y la respiración no me era suficiente.

-Excelente. -Respondió ahora de una manera muy cortante. -Creo que tu novia te está esperando, evitemos hacerla esperar, ¿quieres? -Dijo con voz burlona.

-¿Qué?

-¿Por qué mejor no te vas? Probablemente Hailee o Thomas o quien sea te está esperando, ¿no es así? -Sofia casi escupía las palabras con resentimiento

-¿Qué es lo que te pasa? -La miré con detenimiento, entonces lo noté. Ella estaba ebria. -¿Sabes qué? Me voy de aquí, Haiz me está esperando. -Comencé a caminar hacia el auto de Hailee, aunque por los leves pasos detrás de mí, sabía que Sofia me seguía.

-¡Bien! -Gritó a mis espaldas.

-¡Bien! -Respondí con el mismo tono.

-Bien... -Escuché antes de entrar al auto de Hailee. Ella me miró con algo de preocupación. Sonreí en su dirección para restarle importancia.

Hailee comenzó a conducir hacia mi casa, el viaje estuvo totalmente en silencio, aunque no era para nada incomodo, al contrario, estar con Hailee me reconfortaba en cierta manera, ella miraba en mi dirección cada cierto tiempo, yo sonreía un poco apenada.

Unos minutos después, Hailee estacionó frente a mi entrada, ella bajo del auto y comenzó a caminar junto a mí, y como si de un deja vú se tratará, mi casa estaba casi totalmente en tinieblas y sin mis padres.

-Tu casa se ve muy tenebrosa de noche... -Susurró Hailee.

-¿Qué fue lo que dijiste? -Pregunté con sorpresa. Negué antes de que ella pudiera responder. -Olvídalo...

Alexa, play Numb by Nick Jonas.

Antes de que tuviera oportunidad de despedir a Haiz, ella comenzó a besarme y cerró la puerta principal detrás de nosotras, por alguna razón las piernas comenzaron a fallarme. Intenté detenerla, pero ella repartía besos por mi cuello.

-No creo que sea buena idea, Hailee, mis padres podrían llegar en cualquier momento...

-Es una buena idea... -Susurró sin despegar sus labios de mi piel. De la nada sentí que la temperatura a mi alrededor subió al menos 10 grados. La tomé de la mano y subí las escaleras hacia mi habitación.

-Dame un segundo. -Revisé mi celular en busca de mensajes de mi madre, había uno, diciendo que no los esperara despierta, habían salido a cenar y al cine. Cerré la puerta de mi habitación antes de caminar en dirección de la castaña. Miré a Hailee, me senté a su lado. -Necesito que sepas que no pienso tener una relación, al menos no en el futuro cercano.

-Probablemente te pueda hacer cambiar de opinión. -Murmuró antes de unir de nuevo nuestros labios.

-Haiz, no me estás escuchando. -Intentaba decir entre gemidos. Ella comenzó a levantar mi vestido para pasar sus manos sobre la parte interna de mis muslos. -Hailee...

Ella logró que terminara recostada sobre mi espalda. En algún momento, Hailee se había deshecho de su chaqueta y la camisa de Elvis Costello que estaba usando. Comencé tocar delicadamente su abdomen hasta llegar a sus pechos mientras seguíamos besándonos con desesperación.

Hailee comenzó a subir sus caricias hasta llegar al elástico de mis bragas. Mi vestido estaba levantado hasta mi abdomen y prácticamente Hailee me tenía aprisionada. Cuando menos lo noté, ella había quitado mi ropa interior y la lanzó a alguna parte de mi habitación.

Miré a Hailee, ella se levantó y aparto el cabello de su rostro sin dejar de sonreír, yo le devolvía la sonrisa con un poco de nerviosismo. Ella parecía estar tan nerviosa como yo. Cuando menos lo esperé, Hailee comenzó a besar la parte interior de mis muslos, hasta llegar a mi parte húmeda, la cual repasaba con cuidado con su lengua, lo que me hacía soltar varios gemidos cada vez que su lengua tocaba mi clítoris.

Justo cuando sentía que mi cuerpo estaba comenzando a tensarse ella se detuvo, y regreso sus labios hacia mi cuello, pero sin dejar de masajear la parte interna de mis muslos.

Yo estaba ahí tendida hecha un desastre, así que me despegué de Hailee un segundo, quité mi vestido para quedar solamente con mi sostén. Hice que Hailee se recostara y comencé a desabrochar sus jeans para deshacerme de ellos.

Besé su abdomen e intenté repetir los mismos movimientos que ella había hecho conmigo, pero decidí besarla y repartir delicados besos por su cuello. Hasta que finalmente deslice mi mano sobre el elástico de sus bragas para encontrarme con una gran humedad.

Ambas estábamos al lado de la otra, así que no le fue muy difícil a Hailee copiar mis movimientos.

Hasta que finalmente sentí ese momento en el que todo mi cuerpo comenzaba a temblar y a tensarse, por lo que dejé instantáneamente de tocar a Hailee.

Ambas nos quedamos tumbadas unos segundos sin decir ni una palabra, ese momento en el que había estado en su auto, donde su simple presencia me reconfortaba se había esfumado, ahora todo era demasiado abrumador.

Hailee, sin decir ni una sola palabra, se levantó de la cama para recoger sus jeans, salió de la habitación, unos segundos después había regresado con el cabello recogido y un poco de humedad en su rostro.

Después de vestirse, se acercó para besarme, aunque no sabía si era una despedida.

Hesitate |Getaway Car #2|Onde histórias criam vida. Descubra agora