3

533 52 49
                                    

Dove

Eran poco más de las tres de la tarde cuando me encontraba en mi habitación dándole vueltas a la invitación que Thomas me había hecho. Eso no era lo peor, el lunes siguiente comenzaban los cursos para las materias que tomaría, y ni siquiera les había dicho a mis padres.

Sí algo había aprendido de mi relación de Sofia era no guardar secretos, e intentar mantener las cosas claras y evitar que una maraña de secretos termine explotándote en la cara. Hasta el momento, Cody era la única persona que sabía la decisión que había tomado. Me armé de valor y bajé las escaleras, mi padre se encontraba leyendo el periódico local, y mi madre leía Cumbres Borrascosas.

—¿Puedo hablar con ustedes? —Murmuré frente a ellos. Ambos me miraron con curiosidad. Inhale todo el aire que mis pulmones me permitieron. —Tomé la decisión de cambiar de carrera, pero antes de que se exalten, no lo hice por Sofia, lo hice por mí, fue mi elección.

—¿Por qué? —La mirada de mi padre estaba fija en mí, había un leve destello de decepción en sus ojos.

—Revise las materias que tendría que cursar, y me di cuenta que ninguna me gustaba...

—¿Y qué planeas hacer con las asignaturas que debiste haber cursado para tu nueva carrera?

—El lunes comenzará un curso con estas asignaturas, afortunadamente la mitad ya las cursé en periodismo, así que no debería ser tan difícil.

—¿Y qué decidiste estudiar?

—Leyes... —Respondí con un poco de miedo. Mis padres se miraron entre ellos, pero solamente mi madre me miró de nuevo.

—Es tu decisión...

—¿Están molestos?

—No.

—¿Decepcionados?

—No.

—Está bien... —Titube antes de caminar de vuelta a mi habitación, ya no había nada más que decir. No era la reacción que esperaba, pero al menos no estuvo del todo mal, si es que lo tomaba como algo positivo.

Cerré la puerta detrás de mí y me dejé caer de espalda sobre mi cama, mi mirada estaba fija en el techo, hasta que sentí pequeñas lágrimas rodas por mis mejillas. Estire mi brazo hasta tener entre mis manos el pequeño oso de peluche que Sofia me había obsequiado, se supone que ella dijo que no la esperara, pero era lo único que quería hacer, no quería estar con nadie más que no fuera ella.

Entonces un golpe de realidad llegó hasta mi mente, ¿Sofia habrá leído mi carta? Probablemente no lo hizo, no lo menciono en el aeropuerto, quizá las cosas serían diferentes si es que la leyó. Miré la hora en mi celular. Eran más de las cuatro de la tarde, ¿cómo había pasado tanto tiempo? A mi parecer lloré unos 2 minutos como mínimo...

No importaba, mi móvil vibró en señal de un mensaje.

Número desconocido: Dove, hola, soy Thomas...

Espero que no te moleste, pero le pedí tu número a Cody.

Él no me lo dio, pero Booboo sí, así que este es mi número, por si tienes una respuesta.

Sonreí un poco al terminar ese mensaje, pero aún así, no se sentía correcto aceptar una cita con Thomas. Marqué el número de Sofia antes de darme cuenta, me debatía internamente si debería colgar o no. ¿Qué pensaba hacer?

—¿Hola? —Su voz sonaba algo alejada, y con algo de ruido al fondo.

—Sofia...

—¿Chloe? —Carraspeo un poco. —¿Qué sucede?

Hesitate |Getaway Car #2|Where stories live. Discover now