Néon {Kim Taehyung}

8. Ryujin

8. Ryujin.

Después de comprar la ropa, Lisa propuso ir a un restaurante para celebrar que Luna se iba a quedar más tiempo y también para darle una buena bienvenida. A pesar de que Luna se negó varias veces, los otros dos estaban de acuerdo con esa idea y por eso comenzaron a ponerse en camino a un sitio cerca de allí.

Era una situación bastante divertida, Taehyung estaba lleno de bolsas y Lisa solo llevaba una de una camiseta que se había comprado para ella. El rubio apenas podía caminar correctamente, justo como la pelinegra, que también iba lo mismo. El chico se estaba poniendo nervioso ya que no podía moverse bien por las calles y menos apartarse cuando pasaba otro transeúnte. Luna iba detrás de él, maldiciendo toda la ropa que se había comprado. Se estaba estresando.

La del pelo semi-morado rodó los ojos y paró en seco, llamó la atención pegando un zapatazo y los otros la miraron inquisitivos.

-Me estáis cansando con el sonido de las bolsas – resopló ella y miró la calle. – Voy a traer el coche y voy a dejar la ropa en el hotel de Luna.

Taehyung soltó las bolsas, indignado.

- ¿¡Trajiste el coche y no nos dijiste nada? – ella se encogió de hombros.

-No tenía por qué. – él empezó a manotear sin sentido, pero después intentó controlarse. Tomó unas respiraciones profundas y la miró serio.

-Vale...muy bien – hizo un ademán con la mano – ve a por el coche. Te esperamos aquí. – ella empezó a caminar por el sentido contrario y Taehyung gritó - ¡Date prisa!

-Que sí – respondió la joven, la cual se estaba perdiendo por el final de la calle.

Taehyung mientras tanto acomodó las bolsas, poniéndolas pegadas a la pared para dejar paso a los demás y se recostó en esta. Luna vio como él tiraba su pelo hacia atrás y cerraba lentamente sus ojos. Se le notaba un poco cansado por estar de compras.

En realidad, no sabía cómo pudo aguantar tanto tiempo. Normalmente todos sus amigos odiaban comprar ropa, y más cuando tenían que ir de tienda en tienda buscando algo que les quedasen bien. Sin embargo, Taehyung parecía conocer casi todas las tiendas a las que había ido, y la había aconsejado con una gran paciencia y amabilidad. Hoseok era muy diferente a él.

Su mejor amigo siempre prefería quedarse fuera de las tiendas o ir a una cafetería mientras ella iba a hacer sus compras. Algunas veces la acompañaba, porque sabía que Luna era de comprar lo indispensable y de no tardar tanto, pero casi siempre no aguantaba más y se iba a dar un paseo. No significaba eso que la dejase sola. Cada vez que iban a comprar, después iban a comer o cenar algo, quizás hasta iban a ver una película. Todo dependiendo del día.

Lo que daría por escucharlo quejarse por cargar las bolsas en ese mismo instante.

- ¿Tienes hambre? – el de ojos grises preguntó y Luna posó los suyos en él. Estaba tranquilo, mirándola serenamente. Las luces neón lo alumbraban en una gama amplia de colores vivos y llamativos. Se preguntó si ella también se veía así.

-Un poco, ahora que lo dices – el esbozó una vaga sonrisa que la pelinegra no pasó por alto. - ¿Y tú?

-También, pero yo tengo mucha – frotó un poco su barriga y ella rio. – ya viene Lisa.

Ella tocó el claxon y en un minuto metieron las bolsas en la parte trasera del coche. Antes de irse preguntó el número de habitación de Luna y Taehyung se asomó a la ventanilla mientras la menor observaba el coche.

Era de un color rosa oscuro. Parecía un deportivo, pero era demasiado elegante para eso. ¿Cuánto podría valer un coche como esos? Luna supuso desde hace mucho que Lisa era una persona con buenos recursos. Ya tenía asumido que todas las personas de allí tenían mucho dinero para costearse por ejemplo ese viaje, como Ryujin. Y eso le hizo sentir un poco mal.