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Norte de Seúl, Corea del Sur — 2:30 AM.

El pequeño castaño no se dio cuenta en que momento dejo de conocer las calles, o mejor dicho en que momento perdió la noción de donde estaba. Corrió por un callejón que si su memoria no le fallaba tenía salida, sin embargo esta le jugo en contra y había quedado encerrado. 

—¡No te escondas conejito! —aquel grito descompuso al menor pero no lo dio a notar —¡Te encontré!

Aquel pelirrojo asomó su cabeza con la máscara de un payaso y finalmente avanzó hacia él, al rededor de 10 chicos caminando atrás del mismo, todos con sus armas dispuestos a matarlo. 

Jungkook había estado caminando solo hasta que un tipo se acercó a matarlo, no lo dudo ni un segundo y disparo evitando que vea la luz del día alguna vez más. Fue un acto impulsivo y tonto debido a que este tenía todo un grupo que ahora tenían sed de la sangre del menor. 

—No tienes escapatoria —fingió tristeza en su hablar. 

Jungkook se paró bien observando sus posibilidades, era ágil y si disparaba a los que tenían armas, bajaría a 4, sin embargo eso solo lo dejaba expuesto a la rápida reacción de los demás. Si dispara y se iba moviendo tenía más posibilidad, al llegar a la derecha podría agarrar el cuerpo de alguno de ellos y usarlo como escudo. Finalmente se decidió por la última opción. 

Miro al cielo, pensando, hasta que el líder de aquel grupo comenzó a cortar la distancia pero de repente sus acciones se vieron interrumpidas.

—Bunny, bunny, bunny —entonaba una voz grave —You're so funny —finalmente detrás de todos, apareció un chico alto, tenía una capucha y solo se podía ver las luces celestes que brillaban por el contorno de su máscara —With your twitching nose.

Todos voltearon a verlo y de un momento a otro sus dos manos ya tenían sus clásicos boomerang, no dudando en lanzarlos, logrando que dos de ellos tuvieran un gran corte en sus gargantas. Jungkook aprovecho la distracción y moviéndose rápido logró acabar con 4 de ellos, Taehyung le siguió sacando su arma y evitando algunos disparos, matando a dos más sin embargo un balazo se oyó junto a un quejido y dos cuerpos más cayendo a la fría acera. Taehyung levantó rápidamente la mirada y vio la conocida máscara de conejito en el piso rota y con sangre. 

A primera vista no había nadie más pero detrás de un cubo de basura se encontraba temblando un pequeño chico, Kim lo miró con pena pero dispuesto a matarlo, la mano de aquel joven temblaba en el aire con el pequeño revolver apuntando al castañito quien ahora yacía en el suelo. 

—¿Cuantas años tienes? 

—te-tengo quin- —no terminó de hablar ya que una bala atravesó su cráneo. 

—No me importa —su tono de voz fue divertido hasta que recordó porque se había acercado a aquel lugar. 

Taehyung volteó rápidamente al cuerpo del menor, se agachó con cuidado viendo por primera vez sus delicadas facciones, sus pequeños labios entreabiertos y sus ojos cerrado, un pequeño tatuaje debajo de su ojo izquierdo. Levanto su vista a la parte izquierda de la frente del contrario, una bala había rosado su frente haciéndole daño y logrando que derrame mucha sangre, acercó su mano para tomar su pulso, y suspiro tranquilo al notar que seguía vivo.

Realmente no esperaba ver su cara hoy, en realidad, no esperaba encontrarselo aquella noche pero la suerte estaba de su lado. Sonrió tomándose un poco mas de tiempo en rozar las yemas de sus dedos por el delicado rostro, era muy bonito para ser real. ¿Era por eso que no mostraba su cara? ¿Porque se podrían enamorar de él?

Sin embargo sus pensamientos se vieron interrumpidos, se sorprendió al sentir que el castaño se paraba rápidamente, sacando un arma de la parte trasera de su jogger y subiéndose ahorcajadas del mayor, apoyando sus rodillas en las muñecas contrarias para que no pueda movilizarse, su arma chocando contra la frente del mayor. Su mano llena de tatuajes quedando expuesta.

—¿Quien eres? —el menor hizo un gesto adolorido por el reciente balazo. 

—Hey, conejito, tranquilo —su expresión era tranquila pero seguía siendo oculta para el contrario. 

—¿Por que me ayu... —sus ojos se abrieron con sorpresa al notar que estaba descubierto, su máscara no estaba. Busco desesperadamente la misma, hasta que el menor volvió a caer en la realidad. 

Aquel chico estaba viendo su rostro. 

El pánico inundó su cuerpo, ni siquiera tratando de ocultarlo, comenzando a temblar levemente y aflojando su agarre sin darse cuenta. Sus ojos volvieron a posarse en el contrario quien lo miraba preocupado, Jungkook levantó un poco su arma, disparando segundos luego al peliplateado. 

—Hijo de puta, mi oreja.

Taehyung había notado la desesperación en los ojos ajenos por lo que cuando vio que este soltaba su agarre, levanto uno de sus brazos al mismo tiempo que su pierna, empujando el arma con su mano y golpeándole el trasero con la rodilla para hacerle perder el equilibrio, el menor había estado tan asustado que no se había percatado de ello, la bala solo pasando cerca del mayor.

—Ni más volveré a ayudarte, imbécil. 

Jungkook se sorprendió por la rápida reacción del contrario, y más cuando Taehyung comenzó a empujarlo para quitarlo de encima, conecto sus miradas de nuevo pero se sorprendió aun más al ver que solo tenía una expresión dolorosa mas no le tenía miedo. 

El menor saltó hacia su máscara pero cuando quiso colocársela estaba rota, inmediatamente paso su mano por su herida soltando un leve quejido. 

—¿Quien demon-

—Puedes decirme V —interrumpió

Jungkook se acercó agarrando el cuello de su camisa mirándolo amenazante. 

—No diré nada —Kim volteó sus ojos —no es necesario que me mates. 

—Dame una razón. 

—Vine aquí solo para ayudarte, de nada por cierto. —Jungkook gruño en respuesta, optando por bajar su mano por el muslo del contrario haciendo leves caricias con sus dedos. 

Taehyung se sorprendió pero se dejo hacer, levantando una de sus manos para posarla en la cadera del menor. Jungkook se rió con inocencia y rápidamente desenfundo el pequeño cuchillo que yacía en el muslo de Taehyung. Kim lo miró sorprendido y reclamándose mentalmente por haber olvidado aquel detalle. 

—Confiare en ti —susurro mientras pasaba el cuchillo por el cuello del mayor. —Pero primero quítate la polera. 

—¿También quieres que te haga un baile? —su voz siendo seductora pero con un toque de gracia. 

—No quieras jugar conmigo, V —imitó su tono sin dejar de rozar el cuchillo por su cuerpo. 

—Como digas, bebé —Taehyung se saco la polera despacio procurando que la máscara se mantenga en su sitio, sintiendo como Jungkook empuñaba con un poco de fuerza la cuchilla sobre su abdomen. 

Ni bien esta estuvo afuera Jungkook se la arrebato, poniéndosela rápidamente y usando la capucha como su nueva máscara, esperaba que aquello sea suficiente para llegar a su casa. 

—Dame tu mano —volvió a ordenar el castaño. —Tu no me has visto nunca, ni me has ayudado, no nos conocemos, como me entere que abriste tu bocota, te buscare hasta matarte —su tono volvió a ser duro mientras empuñaba el cuchillo en la mano del mayor. 

Taehyung asintió con gracia pero su risa fue callada por el pequeño Jeon quien comenzó a cortar la palma de su mano. Apretaba con fuerza el cuchillo mientras trazaba lineas sin sentido a los ojos de Kim. La sangre no esperando para salir, manchando las dos manos. 

Jungkook miro una vez más a Taehyung, soltando el cuchillo y saliendo al fin de ese callejón. 

Taehyung miro su palma, pasando su polo por la misma en un intento de limpiar la sangre, soltando pequeños gruñidos. 

Sonrió luego de un rato al recordar las bonitas y delicadas facciones del menor, no iba a mentir, era realmente guapo y al parecer Jimin no estaba equivocado. Sonrió emocionado de conocer al tan misterioso Bunny y mirando por ultima vez su mano herida. 

K. 

¿Acaso conocía su apellido y por eso había colocado aquella letra? Tal vez solo había sido una coincidencia. Al menos el próximo año podría buscarlo con la excusa de que le devuelva su polera. 

The Purge | YM&TKWhere stories live. Discover now