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—La comida es un asco.

—Vives quejándote pero no hiciste nada para salvar a Jaebum, era el único que cuidaba de nosotros.

El chico se levanto molesto por la acusación, gruño antes de sacarse la camiseta negra y mostrar una gran cicatriz producto de una herida de bala justo debajo de su costilla.

—¡Habla el que ni salió a pelear esa noche! Pero vamos, que por saber cositas en la computadora te dan los mismos derechos que a las personas que arriesgamos nuestra vida allá afuera.

—¡Ustedes dos! —un guardia grito, mirándolos con desaprobación —A la oficina ¡Ahora!

Los dos caminaron entre empujones y la atenta mirada de todos en el comedor, que continuo hasta que los perdieron de vista.

—Ha sido tonto de su parte —murmuro el rubio con pequitas.

—Mucho —le contesto.

—Aunque hay que reconocer que la comida de ahora es una mierda, apoyamos tanto al gobierno para que nos den esto.

—Podríamos cocinar, Hyung —rio.

—Sí, pero sabes que el tiempo es muy limitado y la comida aquí es gratis.

—No podemos quejarnos entonces. —le sonrió.

—Jeongin, haces que mi corazón se derrita por ti —puchereo y estiro sus manos hasta las mejillas del menor.

El castaño se dejo apachurrar hasta que sintió su móvil vibrando en el bolsillo.

—Ya vuelvo Felix hyung, no comas mi comida.

—Muy chistoso, mejor comete la mía también.

Jeongin sonrió negando con la mano, se levanto y caminó unos pasos hasta asegurarse que nadie lo escuchaba.

—¿Si?

—Pequeño, ¿Cómo estas?

Su corazón palpito fuerte contra su pecho y sus mejillas se pintaron de rojo. Lo sabia, lo sabia y no se escondió bien, rogaba que no lo hayan escuchado.

—¿Pequeño?

Acelero sus pasos hacia su oficina, ni ahí se sentía seguro, por lo que se metió rápido a su pequeño baño.

—¿¡Como se te ocurre llamar!?

—¿Paso algo? Lo siento, no era mi intención.

El menor trato de respirar pausadamente, estaba siendo histérico, tal vez; pero creía que alguien había descubierto su identidad, no podía ser tan descuidado.

—Nada, unos cuantos problemas. Sabes que no debes llamar.

Tuve un día malo, solo necesitaba oír tu voz —suspiro. —Lamento haber llamado. Solo... es muy difícil estar lejos de ti, estoy cansado de esto, de esta situación.

—Hey, lo se, créeme que es difícil para mi también, pero piensa que esto es lo mejor para el país, ¡Seremos los héroes, Jinnie!

—Es mentira —susurro —Sabes que es mentira todo lo que dice Yoon, no nos reconocerán ni mierda, somos mafiosos, no te olvides.

—Pero hacemos lo correcto, ¿Desde cuando eres tan pesimista?

Jeongin se hizo chiquito cuando pudo escuchar como la persona que había ganado su corazón sollozaba un rato, sin poder hacer nada.

—Hyunjin, ve a buscar a Taehyung, dile que estas agotado. No puedes seguir así.

No, no, amor, estoy bien. Solo... solo un bajoncito. —susurro mientras sorbia su nariz.

The Purge | YM&TKWhere stories live. Discover now