02

549 71 12
                                    

Geoje, Corea del Sur - 5:00 pm

Aquel alto muchacho caminaba tranquilo con un ramo de rosas azules atravesando el pequeño pueblo. Sabia que seria una noche tediosa pero no tenía de otra. Una vez llegó a la pequeña casa sintió como alguien saltaba encima de él. 

—¡Kookie! 

—Mamá —rio el menor —tranquila. 

—Estaré tranquila si te quedas esta noche. 

El semblante tranquilo del menor cambió automáticamente separándose de los brazos de su progenitora. 

—Ya hablamos de esto, mamá.

—Ya lo se —soltó un largo suspiro —Pasa, tu hermano esta aquí. 

Jungkook trató de relajarse un poco, su hermano lo conocía mejor que nadie y no quería levantar ninguna sospecha. 

—¡Namjoon hyung! —El castañito se sorprendió de verlo ahí. Inmediatamente yendo a abrazarlo. 

—Jungkookie —el moreno le correspondió con cariño —también te he extrañado. 

—Claro, ignórenme como siempre. —el mayor de los tres habló mientras se paraba de su cómodo asiento. 

—Hermanito, a ti no te he extrañado —canturreo Jungkook. 

—Jinnie, no te resientas con el bebé —Namjoon no soltó a Jungkook y por el contrario lo apachurro aún más. 

Jin solo suspiro con falso enojo para después unirse en un abrazo con su prometido y hermano. 

Jungkook con el apoyo de Jin habían comprado aquella casa en un pequeño pueblo no muy lejos de Seúl, para su madre. Esto debido a que su situación económica no era la mejor y vivir en Seúl en una casa tan modesta solo terminaría en una cosa, muerte. El menor de los hermanos vivía en un pequeño departamento en la capital del país por lo aquello tampoco era seguro para él y optaba por salir en las noches, a esperar que lleguen por él. Jin en cambió vivía con su novio en una casa lo suficientemente grande para no levantar sospechas.

Como todos los años, los dos se reunían con su madre para cuidarla, sin embargo una noche el menor no quiso quedarse y decidió salir, desde aquel día, no se perdió ningún año afuera. 

(...)

—Ya van a ser las 7 —habló la señora Jeon con tristeza en su voz. 

—Lo se mamá, ya me tengo que ir. —Jungkook se paró y trató de fingir preocupación —Pásenla a salvo ¿si? —besó su frente con cariño y se despidió cortamente de sus dos mayores para al fin dirigirse a su departamento. 

Una vez ahí, caminó entre todo el desorden buscando lo que necesitaba para salir aquella noche, la alarma había sonado hace poco y deseaba salir para seguir con su búsqueda. Antes de retirarse y como todas las veces olió aquella camiseta que no era suya, ya habían pasado algunos años pero aquello seguía doliendo demasiado para el menor. Al ver que esta no tenía mucho olor se acercó a una pequeña esquina de su armario, la única que estaba ordenada en toda la casa, y agarró un pequeño frasco, empapando toda la tela con aquel rico aroma. Se colocó su máscara y se retiro sin más. 

Salió con cuidado por una ventana trasera para no ser reconocido pero aquello no duro mucho cuando vio un chico afuera de esta. 

—¿Bu-bunny? —el chico tenía una pistola y un cuchillo pero nada de eso era suficiente. 

—Es una increíble noche para matar idiotas —murmuro mientras levantaba su arma, un pequeño revolver, y disparaba sin dudar. 

Jungkook salió de aquel callejón sin problemas y con una pequeña hoja en mano, al parecer el centro y el sur estaban despejados, aquella noche solo se encargaría de revisar el norte, no seria tan pesado después de todo. 

Seúl, Corea del Sur - 12:30 

Un grupo de amigos caminaba por las calles vacías buscando sus próximas víctimas, giraron en una calle y visualizaron a una pareja, el chico estaba parado y tenía a la chica sentada encima del carro, se acercaron lentamente y en sus cuerpos creció una leve excitación. 

La pareja se estaba besando apasionadamente, casi estaban cogiendo encima del coche. Se acercaron con una idea clara, la chica se veía demasiado caliente, pero su asombro fue vasto. 

—Kitty Gang y Agust D—susurro un chico asustado 

—Eh, eh, eh —susurro el otro como una advertencia —calma. 

—Un gusto, Agust D —el líder del grupo dio un paso adelante con su arma en alto.

Jimin recién giro hacia los que habían llegado, sus ojos llenándose de ilusión. En un rápido movimiento sacando su arma. El nombrado coloco su mano sobre su arma pero sin sacarla aun mirando con desconfianza al nuevo clan. 

—El gusto es todo mío —Yoongi sonrió pero nadie pudo visualizarlo. 

—Tengo un trato, justo para los dos —su tono fue campante. 

Yoongi lo miro con curiosidad mientras asentía, bajando la guardia para escucharlo. 

—Quiero a tu pequeño y caliente novio —volteó mirando a sus compañeras —y te doy a mis tres pequeñas. 

Yoongi volvió a mostrar su blanca dentadura mientras pasaba la mano por su nuca, agarro a Jimin por la cintura logrando que sus ojos hablen por ellos, acto seguido camino hacia las tres chicas que se veían realmente ansiosas. 

—Bien —habló lo suficiente alto para que todos lo escuchen. 

Se acercó a una de las chicas metiendo, sin ningún remordimiento, su mano tatuada debajo de la corta falda. Inclino su cabeza en un gesto de indicarle a Jimin que se acerque a aquel tipo, el menor bajó la mirada haciendo caso a todo lo que decía el contrario y acercándose a aquel desconocido, quien ni bien lo tuvo cerca enredo sus dedos en las hebras rosadas y lo acercó para olerlo. 

Yoongi levanto la mirada divertido, mirando detrás de todo el grupo ansioso por su novio, encontrándose con aquella fría que era su favorita. 

—Por cierto bebé, me quedo con la izquierda —Nadie entendió nada hasta que Yoongi sacó sus armas disparando sin dudar a aquellas chicas. 

Jimin carcajeo mientras sacaba su pistola rosada, disparando al tipo y a uno más, finalmente dos cuchillas acabaron con los últimos dos. 

—¡Pero si eres genial! —Jimin saltó emocionado viendo a su mejor amigo quien todo el rato había estado esperando su señal, el pelirosa se acerco al cuerpo del líder y le propino una fuerte patada —Eres un tonto si de verdad creíste que mi Yonnie me dejaría en tus manos y por tus feas chicas —su tono infantil al igual que sus golpeas hicieron reír al mayor. 

—Es increíble como se esmeran en matar a todos y no dejarme a nadie —Taehyung suspiro estresado debido a que no podía liberar toda su furia —Es suficiente, iré al norte, debe haber más gente. —Se acercó a recoger sus boomerangs y buscar un arma linda que pueda robarse —Nos vemos. —giró sobre sus talones tomando su ruta. 

—¡Nos vemos Taetae! —Jimin se despidió dando más brinquitos pero un disparo detuvo sus acciones. 

—Bebé, nada de nombres —gruño el mayor. 

Jimin hizo caso omiso a sus palabras acercándose, mientras bailaba una música imaginaria. 

—Min Yoongi —el menor lo dijo alto cuando vio que no había nadie cerca. 

Yoongi amaba cuando Jimin hacia lo que él quería. Dejo que se divierta un poco mientras seguía bailando y diciendo su nombre. No muchos minutos después disparó en dirección al menor quien se movió agilmente evitando la bala. 

—Fallaste —rió

—Te amo —canturreo el mayor. 

Jimin conocía aquella palabra por lo que paró su baile y se acerco con una pequeña sonrisa, su cabeza en dirección al piso mostrándose totalmente sumiso ante el mayor quien inmediatamente comenzó a inspeccionar su cuerpo con sus manos, reclamando lo que era solamente suyo.

—Te amo más.  

The Purge | YM&TKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora