Capítulo - 72 - El Que No Arriesga No Gana

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La recepcionista muy educada les dice que esperen un poco, ella les avisara cuándo puedan pasar.
La recepcionista se comunica con Carlo.

Señor Carlo, hay dos señoritas que solicitan hablar con el embajador.

Por el momento él, esta ocupado, pídeles que esperen y en cuánto se desocupe, las atenderá.

Esta bien señor Carlo, yo les informo.
La recepcionista se dirigió a ellas para decirles que tenían que esperar un rato. Ya que estaban ahí, ellas decidieron esperar.

En la oficina de Maximiliano.

Maximiliano, estaba discutiendo con su padre por telefono.

Maximiliano que demonios pasa contigo, como es posible que tambien rechazaste a la cita de ayer.

Padre por favor, si asistí a la cita fue por que usted me lo pidió.

Maximiliano, entiende que solo quiero que no te quedes solo, ya tienes 31 años y no tienes novia, hijo yo solo quiero verte feliz.

Padre si de verdad quieres verme feliz, déjame a mí encargarme de buscar a la mujer perfecta para mi " aunque creo que ya la enconte" penso para si mismo.

Maximiliano, acaso tienes a alguien ya en tu corazón, si es asi dime ¿quien es? ¿Cómo se llama? ¿Cuántos años tiene? ¿A que se dedica?

Basta padre por favor ya no sigas con eso.

Maximiliano, esta bien hijo ya no me metere mas en tu vida, ya esta grande y sabes lo que haces, yo solo lo hacia, porque siempre vives metido en tu trabajo, y siento que necesitas a una mujer en tu vida, una companera de vida que te haga feliz, solo quiero eso hijo.

Lo se padre, se que tus intenciones son buenas, pero me siento presionado por ti. No te he de nejar que las que has elejidos son hermosas pero siempre hay algo que me desilucionan. Quiero a alguien que luche por lo que quiere y que no se deje de nadie, que no sea sumisa, que sepa defenderse, Quiero que sea independiente.

Osvaldo sonrie al escuchar a su hijo- básicamente, buscas a alguien como tu madre verdad hijo.

Maximiliano sonrie - si, mi madre a pesar de todo lo que paso no se rindio y eso es lo que quiero y se que lo conseguire.

Esta bien hijo, te dejare en paz, de ahora en adelante busca tú, tu propia felicidad, se que encontaras a la mujer perfecta para ti.

Maximiliano sonrie y en sus pensamientos, la primera mujer que llego a ellos fue Alexandra. Pero Carlo lo interrumpe, diciéndole que tiene a dos personas esperandolo afuera en recepción.

Haslas pasar por favor. Contesta él italiano-mexicano, pues estaba de muy buen humor, al recordar a la bella chica cuyos ojos lo traian vuelto loco y ya la habia sostenido dos veces en sus brazos.

— Esta bien señor D'Lucca.
Carlo sale inmediantamente de la oficina de su jefe, para avisar que las chicas podían pasar a verlo.

La recepcionista indica hacía donde deben diriguirse, ellas suben al ascensor para llegar al tercer piso.
Se abren las puertas del ascensor y Carlo ve de inmediato de quienes se trata - buenos días señoritas - saluda Carlo a las dos - por favor esperen un momento - Carlo toca la puerta de su jefe y este le permite pasar. Carlo se sorprende pues no lo han reconocido aun.

Adelante, se escucha desde a dentro con esa voz tan varonil, Alexandra piensa por un momento - esa voz, no he de estar sonando - Carlo abre la puerta y las invita a pasar.

Alexandra se encuentra con esos ojos color avellana que tanto la cautivan y a Maximiliano le sucede lo mismo, ambos se miran fijamente a los ojos. Carolina se sorprende jamás imagino que se encontrarían a este italiano de nuevo y sobre todo que el fuera el embajador a quien tenían que pedirle ayuda.

EL CONTRATOWhere stories live. Discover now