EL CONTRATO

Capítulo - 16 - Me Estoy Enamorando De Anna?

Ambos hombres se quedaron callados por un buen rato, hasta que José volvió a romper el silencio.

— Promete que pase lo que pase, no te separarás de ella. Solo te tendrá a ti, después de que yo ya no esté ella, se sentirá sola, al fin de cuentas ella todavía es joven y le costara trabajo entender porqué actúe de esta manera. — dijo José, solo que el silencio de Agustín lo puso nervioso.

—  No diga esas cosas por favor, usted estará con no nosotros por mucho, mucho tiempo, y no se preocupe por Anna, siempre estaré para ella. — respondió Agustín. José al escucharlo, respiro, ni siquiera se había dado cuenta que había dejado de hacerlo.

— Gracias Agustín, yo sé que no me equivoque contigo, Anna y tu serán muy felices, de eso estoy muy seguro. Bueno ya no te quito mas tu tiempo me retiro. — dijo José, levantándose y estrechando la mano de su yerno.

— Está bien y no se preocupe, todo estará bien, puede estar tranquilo. — José sonrió y salió de la oficina de su yerno.

Agustín se quedó solo y se puso a pensar en todo. El sabía que tenía  la oportunidad de cancelar la boda, pero hubo algo que se lo impidió, ¿Qué había sido? Aún no lo sabía.

Mientras tanto al otro lado de la ciudad, Lucía estaba desesperada, pues Agustín no la había buscado durante mucho tiempo, empezaba a creer que lo estaba perdiendo. Así que decidió buscar a Agustín para saber que es lo que estaba pasando.

El día pasó Anna seguía encerrada en. Su habitación cuando Agustín llegó a casa el se fue directo a ver a Anna, abrió la puerta y en cuanto entró vio a la chica abalanzarse sobre él, dado que lo tomó por sorpresa cayeron al suelo. Anna empezó a golpearlo en el pecho.

— ¿Quién demonios crees que eres para encerrarme? ¿Con que derecho me haces esto? Eres un monstruo, te odio Agustín, eres un maldito. — dijo Anna con evidente enojo, golpe Adolfo tan fuerte como ella podía.

Agustín detuvo las manos de Anna, rápidamente se dio la vuelta quedando encima de ella, el movimiento fue tan rápido que a Anna no le dio tiempo de reaccionar. Él la miró a los ojos y ella se quedó quieta al ver lo enojado que este estaba.

— Te calmas Anna, si no fueras tan desobediente y actuará como una niña, no te hubiera encerrado. — contestó Agustín aparentando los dientes del coraje.

— ¿Que es lo que quieres Agustín? Tú mismo dijiste que este matrimonio no es más que un mero trato entre los dos, tú hiciste el contrato ¿Por qué querrías que este a tu lado? Ambos sabemos que no sentimos nada el uno por el otro, además tu tienes a tu novia no es así, solo llevamos un día de casados y mira como estamos ahora suelta me y sal de mi habitación. — dijo ella dejando Agustín sin decir nada, pues ella tenía razón. Agustín se levantó y levantó a Anna. Él estaba apuntó de decir algo cuando su telefono sono el vio quien era y cambio su expresión, salió de la habitación de Anna y se fue a su estudio.

¿Pero qué le pasa a este hombre?

Se preguntó Anna, al verlo salir de la habitación.

Mientras tanto Agustin entró a su despacho en, contesto la llamada de una manera cortante, no entendía el porqué se entendía, molesto de solo ver quien lo llamaba.

— Que se te ofrece —  dijo él, en tono seco. Lucía se dio cuenta del cambio de Agustín.

— Agustín te extraño mucho ¿Por qué no has venido a verme? ¿Puedes venir esta noche?— preguntó Lucía. Agustin se masajeo las sienes.

— Lucía no puedo estar contigo esta noche. Tú y yo tenemos que hablar, pero sera después ahora estoy muy cansado, después te busco. — diciendo eso, él termino la llamada, sin darle oportunidad a ella de decir algo.
Lucia, no podía creer lo que escucho.

— A caso se estará enamorando de esa mujer, tengo que investigar quien es y sacarla de mi camino ha como de lugar.

Pensó Lucía.

Agustin seguia en su estudio despues de la llamada de Lucía se quedo pensando en todo lo que estaba pensando y se dijo a si mismo.

— Agustin que rayos esta pensando contigo ¿A caso te estas enamorando de Anna?

Se preguntó.

— No, eso mo puede ser.

Se dijo después

— Bueno a decir verdad ella es rebelde, siempre me contesta, y nunca podemos llegar a un acuerdo sin pelear. Eso, creo que eso me gusta.

Rápido sacudió sus pensamientos.

— No Agustin estas equivocado ¿Cómo puede gustarte eso?

Se preguntó de nuevo y suspiro frustrado por la situación en la que se encontraba.

Mientras tanto, Anna estaba en su habitación, pensando en lo sucedido el día de hoy, tomó su teléfono y llamó a su nana.

— Hola nana ¿Cómo estás? te extraño mucho. — dijo la chica, en cuanto escucho que la llamada había sido atendida.

— Mi niña, yo tambien te extraño mucho. — respondió María con nostalgia.

— Nana ¿Tú crees que mi padre me extrañe? — preguntó Anna.

— Por supuesto que si, te extraña demasiado, pero ya sabes como es, e intenta aparentar que no ¿Cómo por qué piensas que no? — preguntó María.

— Bueno, él fue quien quería que me casara en primer lugar, eh pensado que tal vez, ya no me quería ahí con ustedes. — contesto Anna con sinceridad. Maria se enojo mucho por las palabras de la chica, fue la primera vez que Anna la escucho enojada.

— Anna jamás vuelvas a pensar así de tu padre, él te ama, eres su hija y si hizo esto es por que tiene sus razones, jamás dudes de eso. — dijo María molesta, ella más que nadie conocía a José.

—  Nana esta bien, no te enojes, ya no diré nada, me iré a dormir hasta mañana. — dijo Anna y terminó la llamada.

Se acomodo en su cama esperando poder dormir, pues la actitud de Agustín, más lo que su nana había dicho la había puesto a pensar.