Mamá de 12 -© Clan Komori [Diabolik lovers]

O c h o

—¡LE DECLARO LA GUERRA AL CLAN VÍBORA!

Los lideres de los cuatro clanes estaban reunidos en compañía de su mano derecha y/o persona más cercana estando en su comando. En el caso de los vampiros KarlHeinz era acompañado de Shu siendo el mayor de sus hijos mientras Shin tenía al lado a su hermano.

—Shin-kun basta, no hay garantía de que ellos fueron

Ah, y su esposa también que por mero capricho se metió a la reunión.

—Te permití quedarte solo si te mantenías callada mujer, tampoco estas en condiciones de discutir y lo sabes —Gruño pegando la palma de su mano contra la mesa

Yui bajo la mirada tocando su vientre. No importaba los términos a punto de divorciarse en los que estaban, o el tono que empleaba para regalarle; su aún esposo seguía guardandole la misma preocupación...al igual que amor a pesar de sus conflictos, que de alguna extraña y retorcida manera los unía.

El líder de los vívora, Zweig; frunció el entrecejo confundido. Ese sujeto ya había dado problemas cuando se metió en sus tierras en medio de una guerra diplomática, su ojo que faltaba era la perfecta muestra; y de nuevo buscaba conflictos.

—No tengo idea de lo que hablan—Dijo serio pero sincero— ¿A quien se supone que tenemos y porque una guerra?

El peli-salmón rechinó los dientes. Su primogénito había desaparecido de la nada, esperó casi una semana completa para que apareciera y sin embargo nunca sucedió.

—¡A MI HIJO! ¡MIERDA!—Gritó descolocado— Tienen a Shinichi a pesar de haberles dado algo a cambio antes.

Estaba desesperado. No le cabía duda a nadie en esa sala.

—No tenemos al niño ¿Por que habríamos de secuestralo?

—¿No es obvio? Ustedes quieren venganza.—Frunció el ceño.

—Reitero, no lo tenemos.

La debilidad lo tenia invadido y asimismo, hundido. Él era... Su pequeño. Aunque no lo dijera en voz alta, tanto para él como Yui seguiría siendo el mismo bebé cuyo le ablandó el corazón. No podía ignorar los recuerdos de su nacimiento, primera palabra, primeros pasos, las travesuras juntos.

Hace años, su hermano Carla estuvo dispuesto a humillarse ante otros cuando se metió en líos ¿Por que no habría de hacerlo el con su hijo?. Rendido, poso de rodillas agachando la cabeza.

—Les daré lo que quieran. Mi otro ojo u otra parte del cuerpo, mis riquezas, el castillo...Pero por favor, nada relacionado con mi familia.—Tragó saliva procesando el horrible nudo en la garganta.—¡Eso cuenta a Yui, es la madre de mis hijos!