Mamá de 12 -© Clan Komori [Diabolik lovers]

D o s

—Rini, cielo despierta —La cálida voz de su padre la sacó de su sueño.

Él estaba ahí a un lado acariciando su cabeza como todas las mañanas, porque no había mejor despertador que su adorado padre.

Ya había escuchado los gritos de su tío Kanato, los reclamos de su tío Ayato, estruendos de cosas quebrándose por parte de su tío Subaru, y hasta cantos chillones de su tío Kou que de vez en cuando venía a su casa por la mañana, entre otros.

Definitivamente que su padre la consolara como una nena era lo más reconfortante, daba igual estar consiente que para casi cumplir quince años seguía siendo una muy mimada.

No obstante, su crianza fue basada más en cumplir deseos que en los rigurosos modales de su padre como los demás pensaron mucho antes.

—¿Papá?—Se levantó frotando  uno de sus grandes y expresivos ojo a rosa. El hombre levantó la mirada acomodando los cabellos de su hija.

—¿Todo bien cariño?—Preguntó.

La muchacha miró hacia los lados. Todo fue un sueño, de lo más cruel. en esa visión conoció a su difunta madre y una especie de "Hermanos" huérfana de madre y sin oportunidad de tener al menos un hermano.

—N-no—Gimió lagrimeando.

Reiji de inmediato se alertó, si había algo además de los fantasmas que le asustara, era ver a su única nena llorando. Con toda la delicadeza que poseía la abrazo dando leves palmadas sobre la espalda de la niña.

—¿Por que....? —Jadeó entrecortada. El vampiro se dedicó a escucharla—¿Por que mamá no pudo estar conmigo?

Eso, era un punto débil más en el segundo Sakamaki. Amaba-odiaba cuan egoísta llegó ser privando a su niña de una madre, y él privandose del amor de la mujer que amaba. Rini, había sacado cada partícula de su madre exceptuando el cabello que heredó de él.

Un día, cuando los trillizos cambiaron el Shampoo de su sobrina por tinte de cabello rubio cenizo; el fin no era hacerle mal a ella pero si molestar a Reiji vengandose de haberlos castigado.

Después de lograr su objetivo el hombre en vez de enfurecer se encerró por días en un son de llantos, no sin antes ordenarle a su hija que arreglara su cabello a la normalidad.

Casi obligatoriamente Shu tomó el papel de responsable y les dejo castigo, la broma llegaba a un nivel bastante alto de pesado, tanto que hasta a él le hirió. Rini teñida era la misma Yui Komori en vida.

Por supuesto, como toda su vida desde que usaba memoria se preguntaba qué era eso que ocultaba su padre, su familia...

—Esta bien, estoy aquí—Reiji forzó una sonrisa sin dejar de acariciar su cabello. —Papá esta contigo.