Mamá de 12 -© Clan Komori [Diabolik lovers]

V e i n t i t r e s

Mundo alterno: Kanato

—¡¿COMO QUE NADA?! ¡¿COMO QUE NADA?!

Lo siguiente que pudieron ser testigos los espectadores del patio trasero del castillo, fue a la nueva víctima del rey volando por el aire hasta en sueño desde la ahora ventana rota.

Un muñeco Teddy. Uno de los tantos que Yui había cosido ella por mano propia.

Sus cinco hermanos apreciaban desconcertados en silencio la cara de lunático que portaba su hermano. Habían soltado un sencillo monólogo, él actuó en aparentemente calmado, y de repente ya había agarrado uno de los juguetes de sus hijas lanzando un grito distintivo del caprichoso Kanato adolescente.

—¿Te puedes calmar?—Reiji le mandó una mirada desaprobatoria a su hermano menor.

—¡¿Tu que vas a saber si no tienes hijos?!

—Es mi sobrina Kanato, no eres el único en esto.

—¡Pero sigo siendo el padre, y ella MI hija! ¡¿Lo captas o no?!

—En primer lugar. Si no nos importara simplemente nos habríamos hecho de oídos sordos y te dejaríamos solo. —Intervinó Shu enderezandose del asiento.

—Bueno, si no quieren estar aquí pueden irse. —Señaló la gran puerta de madera enfrente.

A ese punto, ninguno se tomaba enserio las irracionalidades de Kanato, al menos no las de ese momento.

Si bien, la semana antepasada, evitaron que declarara una insensata guerra contra el clan enemigo sin ninguna prueba de que ellos eran los responsables, cuando previamente ya habían trabajado en la investigación.

—Moo~ Kanato-kun, te estamos diciendo que si queremos participar en esto. —Dijo Laito con disgusto—Sabes, Bitch-chan ha estado muy preocupada también, sabes que sería una desventaja si te abandonamos.

—¿Si quieras le has prestado atención a tu otra hija?—Espetó Ayato con amargura— Ella ya es lo suficiente consiente para darse cuenta de que algo anda mal.

Kanato abrió la boca para volverla a cerrar, como si se estuviera por arrepentir de decir algo. Katsumi ya tenía seis años, no estaba muy seguro pero esperaba que todavía se tragara el cuento de que Kaname solo fue a clases de etiqueta en un internado para niñas.

El siguiente en hablar fue Subaru.

—Es verdad,esta mañana me bombardeó con preguntas y ya me iba quedando sin respuestas sino fuera porqué el viejo me estaba buscando. —Comentó

—Ahora, ni siquiera te has dejado hablar. —Shu frunció sus cejas del mismo modo que sus labios.

Kanato apretó los labios en una fina línea, aguardando un poco más el pánico que sentía en ese instante.