III

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El ladrón corría por las calles de Corona tan rápido como podía.

Huyendo de su perseguidora, volteó creyendo haberla perdido y sonrió. Poco sabía que ella se le había adelantado al tomar un atajo y ahora se encontraba frente a él.

Sin darle tiempo de reaccionar, ella le brindó un puñetazo que lo dejó inconsciente.

Ella sonrió y vio como los guardias a los que el rufián se les había escapado llegaban rezagados.

-Veo que lo buscan a él- dijo señalando al inconsciente ladrón a sus pies.

Aún algo cansados por la persecución, uno de ellos exclamó asombrado:

-¡Wow! ¡No puedo creer que tu sola lo detuvieras! Éste no es cualquier ladrón: ¡Es Lance Strongbow! El compañero de Rider-

-Vaya ¿Quién diría que fuera tan sencillo de atrapar?- comentó ella sorprendida pero complacida -En ese caso; creo que hay una recompensa por él que debo reclamar...-

. . .

Varian se encontraba en el mercado de la ciudad con su padre, el cual negociaba con varios mercantes el precio de algunos productos agrícolas.

Su padre le había permitido acompañarlo ya que notaba que al chico le gustaba ir a la ciudad, además de que las últimas dos salidas no supusieron peligro alguno para él. También, siempre y cuando él o la señorita Cassandra lo acompañaran, no habría problema para su hijo el ir y venir cuando se lo pidiera. Tal vez antes dudaba de si la cazarrecompenzas fuera de fiar, pero durante estas semanas había visto que a ella realmente le importaba su hijo y que ambos tenían un lazo irrompible; en verdad se alegraba que Varian tuviera a una amiga que le tuviera tanto afecto y lo protegiera.

Y ya que habían pasado algunos días desde que Varian descubrió que era el siguiente en liderar su pueblo, Quirin había decidido empezar a enseñarle de lo que esto se trataba y cómo ejercer este oficio, después de todo, estaba en edad de aprender todo esto y parecía que el tema ya no lo afectaba tanto como la vez en la que se enteró de la noticia. El adulto lo veía como un ganar-ganar: El chico podía salir a la capital mientras que él lograba enseñarle algo importante para su futuro...

Por otra parte, Varian se encontraba terriblemente aburrido y simplemente estaba ahí por compromiso; si ésta era la única forma de poder ir a la capital de vez en cuando, prefería volver a Vieja Corona: Hablar de comercio y negocios no hacía más que llenarlo de tedio y, aunque tratara de fingir por no defraudar a su padre, en realidad no estaba completamente bien con el hecho de tener que ser el líder de aquel pueblo agrícola algún día, de hecho, todas éstas lecciones sobre actividades y responsabilidades que se supone debe realizar un líder lo hacían desear aún más el no tener nada que ver con todo eso y sólo ser un chico normal como todos los demás: Libre de elegir quien ser o a dónde ir. Libre de responsabilidades que él nunca eligió o de poderes que jamás quiso tener...

Distraído y aburrido, miraba hacia diferentes partes del mercado tratando de encontrar algo entretenido cuando avistó a la distancia a alguien que conocía junto a unos guardias cargando a un hombre inconsciente.

Instantáneamente sus ánimos volvieron y con mucho entusiasmo se dirigió hasta dónde se encontraba su mejor amiga.

-¡Cass!- la llamó mientras se acercaba con una sonrisa.

-Varian ¿Qué haces aquí?- preguntó ella un tanto sorprendida por verlo ahí sin compañía.

-Oh, mi padre me trajo para aprender de negocios y esas cosas... Y ahora que lo menciono, creo que no le avisé cuando me fui...- rio un poco apenado, seguramente su padre lo reprocharía por olvidar este pequeño detalle, pero en aquel instante lo único que había querido había sido huir de aquella aburrida plática de negocios, lidiaría con su padre más adelante.

Un nuevo capítulo de la historia Where stories live. Discover now