XIV

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Cassandra se encontraba en su habitación, alistándose para su más importante y reciente misión: Hace algunos días, la dama de compañía de Rapunzel había recibido correspondencia un tanto extraña y sospechosa de un tal bibliófilo llamado Andrew.
Al parecer trataba de conquistar el corazón de la dama, pues expresaba su deseo de verla en el Día de los Corazones, evento que, sucedía hoy mismo.
La dama de compañía no cayó tan fácil en tan extraña correspondencia y decidió hacerle saber de aquello al capitán de la guardia. El Capitán concordó que había sin duda algo sospechoso en las intenciones de ese tal Andrew: El diario de Herz der Son estaría expuesto dado a las festividades y el Capitán sospechaba que aquel fuera el blanco del supuesto bibliófilo pues, aparte de mostrarse interesado en pasar el día con la dama de compañía, también lo hacía en querer ver el famoso diario y, claro, supuestamente firmarlo con ella. Simples excusas de alguien escribe bibliófilo con "v".

Así pues, Cassandra fue encomendada en ir, encontrar al tal Andrew y, aprovechando que ella era conocida por ser una famosa cazarrecompenzas, infiltrarse en su plan de hurtar el diario diciendo que alguien también le estaba pagando por conseguirlo.

Se miró al espejo. Era algo un poco extraño el volver a tener que usar su antigua armadura; se había habituado tanto al uniforme de guardia que había olvidado que ésta solía ser su vestimenta habitual, de cuando no tenía un lugar a dónde ir... Claro, esa época de su vida seguía siendo parte de ella así como lo era lo actual que es ser una guardia pero, eso no evitaba hacerla preguntarse: ¿Qué era lo que realmente quería? Ser cazarrecompenzas era en extremo solitario y si no tenías cuidado podías caer muy bajo moralmente. Ella casi cometía ese error... Y ser guardia era, bueno, útil pero... Tampoco sentía que fuera para ella. Bueno, quizás era porque su asignación con Rapunzel era un poco floja e innecesaria; quizás esta misión le daría otra perspectiva...

El sonido de alguien tocando a su puerta la sacó de sus pensamientos. Al abrirla, se encontró con una agradable sorpresa.

—¡Varian!—

Cassandra no dudó en abrazar a su querido y pequeño amigo; había pasado un buen tiempo en que no lo veía dado al largo castigo de parte de su padre.

El chico rio un poco y correspondió el efusivo abrazo.

—Yo también te extrañé Cassie. Ha pasado mucho tiempo sin vernos—

—Y que lo digas, sentí que yo también estaba castigada al no poder verte durante tanto tiempo— bromeó Cassandra, haciendo reir a su amigo.

—Tenemos que ponernos al día pero... Me temo que estaba de salida para una misión y...— se empezaba a disculpar Cassandra; realmente quería pasar tiempo con su amigo pero éste no era el momento.

—¿Una misión de guardia?— la interrumpió la entusiasmada voz de Varian —¡Podría ir contigo! Ya sabes, enfrentar maleantes ¡Como en los viejos tiempos!— Varian se encontraba realmente emocionado ante la idea de una aventura con su mejor amiga; un cambio de ambiente y un poco de acción sonaba como algo bastante divertido. Además, ahora no era tan descuidado e iluso como antes; sería mucho más divertida una aventura si sabía en lo que podría meterse.

Sin embargo, Cassandra pensaba de manera diferente.

—Wow, espera ¿Quién dijo que podías venir?— lo frenó —¿Acaso no recuerdas como fueron esos "viejos tiempos"? Es muy peligroso, no te dejaré ir— ya antes casi lo perdía por una de sus misiones, no pensaba exponerlo a ese tipo de peligro otra vez. Además, su presencia de seguro la desenfocaría de la misión por tratar de mantenerlo siempre a salvo.

—Pero ahora sé bien en lo que me estoy metiendo Cass— insistió el chico —Y no soy el mismo de antes; puedo cuidarme solo—

—¿Ah sí? ¿Cómo? ¿Con tus poderes que ni siquiera quieres usar o puedes controlar?— espetó la guardia secamente; sabía que Varian había descubierto que sus poderes seguían existiendo pero que él no quería siquiera que su propio padre se enterara ¿Y pensaba usarlos como defensa personal? Eso no haría más que exponerlo a aún más peligro.

Un nuevo capítulo de la historia Where stories live. Discover now