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«Rechazo»

-Bien... Ah... Creo que eres un chico increíble, siempre te preocupas por los demás, te esfuerzas por lo que quieres sin importar si sufres o no. Es algo que admiro, pero a la vez me preocupa.

-¿En serio? - preguntó el coral sonriendo un poco.

-Es bueno que luches por lo que quieres, pero no lo es cuando dejas que alguien te menosprecie, no te valore y te haga sentir menos. No puedes solo tolerarlo. Llega el momento en el que simplemente no lo soportas más.

-Lo sé...

-También me preocupas, no quiero que sufras en silencio. Entiendo que no debe ser fácil guardarse demasiadas cosas. En cualquier momento explotarás, y sinceramente, no sé qué puede ocurrir.

El coral veía como el castaño cruzaba sus brazos y apoyaba su cabeza en estos. Sentía que realmente se estaba preocupando por él.
No sabía qué decir, aquellas palabras lo dejaron paralizado.

-Créeme, si tan solo estuviéramos en el mismo país, la misma ciudad, en este momento, lo intentaríamos...

-¿Y por qué no ahora? Digo, sabemos que nuestros sentimientos son correspondidos... Y... Podría... - estaba tratando desesperadamente una respuesta afirmativa del castaño.

-Satori... No... - ¿contaba eso como un rechazo?

-Quiero... Quiero al menos decir lo que pienso... - sentía un nudo en la garganta. -Ah... Bien... Pienso que tú llegaste a mi vida por algo. No me gusta creer que estaba desesperado... Quiero creer que es cosa del... destino... Eres el mejor... amigo... que he tenido, supiste escucharme, supiste ayudarme, si no me he quedado en el suelo, es por ti. Cada mañana me despierto con un mensaje tuyo, por alguna conversación que tuvimos en la cual me haya quedado dormido. - el coral suspiró y se frotó los ojos.

-Sat...

-Te preocupas por mí, te estás preocupando por mí... No puedo simplemente decirte: "Hey, me gustas" porque no lo es. Es más que eso.

-Yo...

-Hey, haberme descargado aquella aplicación fue la mejor decisión de mi vida, te conocí a ti, confié en ti... Y lo peor de todo... Me enamoré de ti. Tal vez solo lo estoy confundiendo todo... Tal vez no sea amor. Tal vez sea admiración, atracción... O cualquier otra cosa. Tal vez solo sea un "crush". Pero, lo que quiero que sepas, es que me haces feliz. Y sí, no debería, "está mal" ni siquiera nos conocemos pero... Ya sea un "crush" o no... Me gustas. - expresó el coral tratando de mantener su voz y su aspecto.

El castaño se sorprendió al oír todo esto. No porque no se lo esperaba, sino porque, a pesar de haberle dado la señal de que se detuviera, siguió. Siguió hablando, empezó y terminó su confesión.

-¿Qué esperas que te diga? Resumiste mis últimas semanas en todo lo que dijiste... Concuerdo en que ambos somos correspondidos. También me gustas, pero... Quisiera, al menos, poder convivir un día contigo. Tú también deberías pensarlo. ¿Qué pasa si nos vemos por primera vez y resultamos ser completamente diferentes a lo que creíamos?

-T-Tienes un punto... Hagamos algo...

-¿Qué sugieres?

-Olvidemos esto. Nada de esto pasó. Y sí, en algún momento lograremos vernos. En ese momento, ya veremos qué sucede.

-¿Dices que hagamos como que nada pasó, hasta que podamos vernos en persona?

-Algo así.

-Supongo que es lo mejor...

-Hagámoslo... Cuando nos veamos, sabremos realmente si esos sentimientos permanecieron.

-De acuerdo... Entonces... ¿seguiremos hablando como si no hubiera pasado nada?

-Exacto.

-Bien... Entonces... ¿Tienes todo listo para... Mañana? ¿Hoy? ¿Ya es viernes? La diferencia horaria es confusa - rió.

-Es... De hecho sí, son las dos de la mañana del viernes. Tengo algunas cosas listas, cuando llegue del trabajo terminaré de arreglar lo que falta y me iré.

-Entinces, necesitarás energía, deberías dormir, será un día pesado.

-Espero que no tanto. - bostezó. -Bien... Me iré. Duerme bien... No espera... ¡Ten un buen día! - el castaño volvió a reír.

-¡Buenas noches! ¡Descansa!

-¡Adiós...!

Ambas pantallas se apagaron. A ambos chicos les esperaban unas pocas horas de llanto. Era peor que ser rechazado. El saber que por la distancia no podrían ser más que amigos era mucho peor que un rechazo. A ambos les dolía. El tener que rechazar, y olvidar sus propios sentimientos, no sería fácil.