«Conocerlo»

134 11 0
                                    

—¿Le vas a responder? —preguntaba un chico pelimorado.

—Sí, sí. Tranquilo. — decía un chico castaño sentado en una banca.

[Me quedé dormido, ¡lo siento! ¿Al instituto? Ohh... Ya veo, aquí es de noche y allá es de día, y viceversa. Entonces debes estar durmiendo. ¡Buenas noches! ¿Qué hiciste hoy/ayer?]

—¡Cierto! La diferencia horaria... ¿De dónde es? — preguntaba el pelimorado comiendo su almuerzo.

—Japón... Wow, ahora entiendo la diferencia horaria...

—¿Cómo dijiste que se llamaba?

—Ah... No se lo pregunté... — rió nervioso el castaño.

—¿Eres idiota Moniko? — regañó el más alto.

—¡Yuki! No... Solo... ¡No lo sé! — el chico apartó la vista algo enojado. No le agradaba mucho que le reprocharan las cosas.

—¿Te vas a enojar por eso? — rió el mayor al ver la reacción del castaño. A lo que este último hizo un puchero.

¡Tienes una nueva carta!

—¡Respondió! ¡A ver! — el pelimorado le quitó el teléfono al castaño.

—¡Yuki! ¡Yuki en serio! ¡Dámelo! — el castaño trataba de quitarle el teléfono a su amigo y evitar que cometa una locura.

(Ah... Nada... No es interesante... Jajaja creí que no responderías... Sonó muy tóxico... ¡Lo siento! Oh, no te preocupes, es la diferencia horaria, y sí, debería estar durmiendo. ¡Buenos días! ¿Vas al instituto también?)

—Aw... Qué tierno... Yo que tú, me enamoraba. — rió al ver como su acompañante quedaba avergonzado y con un color rojo adornando sus mejillas. —Le voy a responder. — dicho esto, el pelimorado empezó a escribir mientras que el castaño aún seguía desconcertado y avergonzado.

Finalmente salió de su trance y pudo reaccionar. Trató de quitarle el teléfono nuevamente al mayor, pero fue en vano. Ya había enviado el mensaje.

—De nada.

—¿Por qué eres así? — dijo algo molesto.

—Me lo agradecerás.

[¡Sip! Voy al instituto y no, no te preocupes, no lo malinterpreté jajaja ¿Pasó algo? Ese "Ah... Nada... Nada interesante..." No me convence. ¿Quieres decirme algo?]

—Se nota a leguas que quiere contarte lo que en realidad le pasa. Nadie pone puntos suspensivos si no quiere sonar triste. — le dijo el pelimorado al castaño mientras este revisaba cómo había sido la interacción entre ambos chicos. —De paso lo conocerás un poco más.

—Supongo que gracias...

—De nada. — el sonido de un timbre sonó. Las clases empezaban nuevamente luego de un pequeño receso.

Connected | DDLC (Genderbend)Where stories live. Discover now