Por tu culpa

15.2K 1.3K 1.2K
                                    


"El baile puede revelar todo el misterio que la música concede" 

-Charles Baudelaire


—ven —dijo ella tirando de mi hasta pegarme a su cuerpo y dejar caer una de sus manos en mi cintura— vamos a bailar juntas.

Intenté resistirme, pero era inútil su mano en mi cintura, aunque era delicada me atraía con fuerza hasta ella y apresar de yo ser más alta que ella eso no impidió que nuestros cuerpos se acoplaran perfectamente.

—no voy a bailar —me quejé al tiempo que una pegajosa salsa comenzaba a sonar.

—esa canción es un clásico no le podemos decir que no a Marc Anthony—respondió ella sonriendo.

Sentí como su cadera comenzaba a moverse con el ritmo que iba cada vez más rápido de aquella canción mientras Marc Anthony sonaba en los altavoces.

"Es que te he dado todo y nada es suficiente, no porque me lo pides sino porque faltan frenos al quererte"

Cedí y comencé a seguir su ritmo, mis caderas y todo mi cuerpo fue acoplándose a los movimientos de Poché que a los pocos segundos ya entendía perfectamente sus pasos, todo se volvió natural y comencé a disfrutarlo.

"¿Qué precio tiene el cielo?

Que alguien me lo diga

Que más que darte amor

Yo quiero regalarte el azul de los días

¿Que precio tiene el cielo?

Que alguien me lo diga"

Sin pensarlo comencé a cantar junto con la música, ella realmente sabía bailar muy bien y entre giros, pasos sus manos jamás se fue de mi cintura salvo lo suficiente para permitirme girar y sentir el rosé de sus dedos en mi piel. La canción terminó y ella se encargó de que justo al último compas nuestros cuerpos quedaran de frente y pegados una con la otra, mi respiración estaba agitada y ambas teníamos una sonrisa tonta en el rostro.

Estábamos justo a la distancia ideal para besarnos, vi como su mirada cayo a mis labios y supe lo que estaba pensando, ella quería besarme. Me obligué a mí misma a desviar la mirada y a separarme rápidamente de ella.

—bailas bien —comentó una vez me giré y una nueva canción comenzaba a sonar.

—mira quien lo dice —hablé mientras caminaba hasta el aparato de sonido para detener la música pues ya había demostrado lo peligrosa es.

—¿porque la quitas? —se quejó Mini Cruella

—porque nos estamos distrayendo y aun no terminamos —dije regresando a mis labores de conteo, la miré de reojo y pude ver esa sonrisa de satisfacción típica en ella.

—solo para aclarar, no iba a besarte —dijo burlonamente— pensaste que sí, pero no.

—qué bueno, porque no quiero que me beses —respondí concentrada en mis asuntos.

—¡ja! —soltó una carcajada seca— la próxima vez que nos besemos, tú me vas a besar a mí.

—¿Qué te hará pensar que habrá próxima vez? —

TU CONDENA, MI DELITOTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon