ESTA HISTORIA CONTIENE ERRORES ORTOGRÁFICOS
Támara Collins era el tipo de chica que parecía encantarle estar en problemas.
Vivía su dia a día en una fraternidad juntó a sus mejores amigos.
Pero... todo cambió cuando llegó su nuevo compañero de habi...
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¿Quién soy? Fácil, el amor de tu vida probablemente, el mejor amigo que deseas o un chico que te gustaría ver de vez en cuando por las calles.
Jason Oliver Hudson.
Curioso, nadie aparte de mis mejores amigos lo sabía. ¿Nunca se los menciono Támara?
¿No?
Tengo que hablar seriamente con ella.
Pero volvamos a mí, volvamos a... ¿Qué le pasó a Jason después de la fraternidad?, ¿qué pasó al alejarme de mis mejores amigos y ser cien por ciento de Aidan? Porque sí, ése chico sí estuvo para mí, si les contara de las borracheras que me puse... ¡se morirían de risa! Pero vayamos lento, porque tiempo, tenemos.
Viajemos a mi primera fiesta como universitario...
Era una noche de lo más loca. La fiesta de bienvenida en la casa de algún desconocido del que no tenía idea de su existencia y tampoco me interesaba tanto.
—Reglas —emití sin despegar la mirada de la inmensa casa, sentí la mirada de Aidan sobre mí—, no nos perderemos de vista —pronuncié mientras miraba a Aidan, éste asintió y continué—, si hay algún código CA me dices —el código CA significa chica ardiente y sería claro que estaríamos sobre ella—, y no excedernos de cerveza porque sabemos lo que pasa siempre.
Aidan se rio y asintió. Pues siempre pasaba que el departamento amanecía apestando a vómito de lo más desagradable.
—Hagamos lo hermano —me dijo Aidan con una sonrisa de oreja a oreja.
1 hora más tarde...
—Maldita sea —me reí a carcajadas, me incline hacia el chico frente a mí y le tomé los hombros sintiendo como todo me daba vueltas—. Hey, ¿has visto a Aidan? —balbuceé con ojos somnolientos.
La cabeza me daba vueltas, no tengo ni puta idea de qué le pusieron a mi bebida. El chico me empujó y se largó. Creo que ni siquiera me conoce. Me encogí de hombros y a pasos estúpidos comencé a avanzar sin destino alguno.
Mi celular vibró y lo saqué de mi bolsillo mientras salía de la fiesta a la entrada principal, necesitaba aire fresco. Miré mis mensajes de WhatsApp y tenía cientos.
Pequeño cacahuate: ¡Idiota, te extraño tanto! :(((.
Sonreí al ver el mensaje de Tam, le respondí y creo que solo escribí incoherencias, pues mi teclado se veía doble. Pase al siguiente mensaje.
Ricitos de oro: ¡¡¡¡¡CA!!!!
Bueno, ya sé dónde debe de estar Aidan, detrás de alguna chica ardiente.
Inmaduro de mi cacahuate: ¡¡¿¿Viste el mensaje de Aidan??!!
Respondí todos los mensajes de manera torpe, agregando también los de Summer, Amber y Alex. Froté mis ojos y comencé a caminar sin rumbo alguno.
