Mi inmaduro favorito. ✔

37: Los amo.

Mi pulso era tan irregular que me hacía cuestionarme a mí misma por qué estoy tan nerviosa. Es solo una graduación, pero tengo que ser sincera qué estoy muy triste. Separarme de mis mejores amigos es algo horrible, extrañaré las idioteces de Aidan y Jason, lo borracha qué es Amber, las ocurrencias de Summer, el humor negro de Alex... sin duda alguna, odio tener que decirles adiós.

No estoy preparada mentalmente para dejar la fraternidad y la infinidad de locuras que vivimos juntos. Los cientos de veces que los arrastré conmigo cuando estaba en problemas, mierda que maldita sensación.

Solté un suspiro antes de abandonar la fraternidad, y me froté mis sudorosas manos contra mi vestido. Tragué grueso y salí.

Frente a mi tenía a mis amigos. Jason les mostraba su extraño baile a Shane y Aidan, Summer, Amber y Alex se ayudaban entre ellas con el peinado y accesorios. Reían, se veían felices, pero todos teníamos el mismo destello en los ojos, era como un viaje al pasado. Al momento en que atravesamos ésta puerta. Y sabíamos que nuestras vidas serían una locura al vivir juntos.

—¿Estás bien lindo cacahuate? —me preguntó Jason mirándome con el ceño fruncido. Shane rápidamente volteó y me sonrió.

Contuve las lágrimas y asentí con una sonrisa.

—Hora de irnos —dijo el supervisor Jackson pasando junto a mí.

Baje los peldaños, Shane entrelazo nuestras manos y nos dirigimos al jardín de la preparatoria.

Una vez que llegamos el lugar estaba hermoso, mi familia charlaba con la de Shane y eso me hizo sonreír. Todos tomamos nuestros respectivos lugares.

La graduación comenzó y cada uno pasó por su certificado. Hasta que todos tuvimos el nuestro, ahora venía mi parte, tenía que hablar y eso me ponía demasiado nerviosa. Tragué grueso cuando vi al director hacerme una seña para pasar, observé a mi novio, quién estaba al fondo con los demás, me sonrió y musitó "lo harás excelente". Suspiré y Amber quién era la única de mi grupo cerca de mí, me dio un apretón de mano.

Me puse de pie y caminé hasta las escaleras y poder subir al templete. Con mis piernas gelatina que sentía que me traicionarían en cualquier segundo. Una vez que estuve en el pódium de madera, el micrófono fijo estaba delante de mí.

Carraspeé y sonreí.

Esto tiene que salir genial.

—Hola, buenas noches a todos —sonreí algo nerviosa—. Hoy es un día especial, para algunos feliz, para otros, triste, hoy es el día en qué culminamos nuestros años de bachillerato y nos preparamos para ser quiénes queremos y deseamos ser. Como cuándo éramos pequeños y unos deseaban ser veterinarias, astronautas, policías —reí—. Después de éste día, es cuándo. Cuándo ya podemos comenzar a lograr nuestros objetivos, imaginar lo increíble que será el día que vayas a trabajar y no lo sientas como un trabajo, si no como un nuevo estilo de vida que amas. Mis años aquí debo confesar que fueron increíbles y jamás los olvidaré, algunos prefieren la secundaria, pero yo me quedó con la preparatoria, viví cosas increíbles, con personas increíbles, jamás olvidaré esto... siempre estarán en mi corazón, les deseo el mayor de los éxitos y que cumplan sus objetivos. Gracias.

Sonreí en grande, Shane se puso de pie y comenzó a aplaudir, seguido de él, todos lo imitaron.

Salió mejor de lo que imaginé.

Eres increíble Támara.

Gracias consciencia.

***

—¡Si tienes corazón! —exclamó Jason abrazándome fuerte y agitando mi cuerpo como si fuera una piñata—. Sabía que lo lograrías, no dude de ti nunca.